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EE UU

Trump anuncia que Marruecos e Israel restablecerán relaciones

A cambio, el presidente de EE UU reconoce la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. Se trata del cuarto país árabe que normaliza relaciones durante el mandato del presidente republicano

Estados Unidos ha reconocido la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental. A cambio logra que Israel y Marruecos normalicen de forma plena sus relaciones diplomáticas. Lo anunciaba el presidente de EE UU, Donald Trump, en una serie de tuits que no disimulaban su entusiasmo.

«Hoy firmé una proclamación reconociendo la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental», escribió, «¡esta propuesta de autonomía seria, creíble y realista de Marruecos es la única base para una solución justa para una paz y prosperidad duraderas!». Poco después añadía que se trata de «¡otro avance histórico!», indicó Trump, que celebró que «nuestros dos grandes amigos, Israel y el reino de Marruecos, acordaron mantener relaciones diplomáticas plenas» y lo calificó de «¡un gran avance para la paz en Oriente Medio!».

Finalmente recordó que «Marruecos reconoció a Estados Unidos en 1777. Por tanto, es apropiado que reconozcamos su soberanía sobre el Sáhara Occidental».

Se trata del cuarto país árabe que en los últimos meses reconoce a Israel y restablece relaciones con el viejo enemigo. Antes lo han hecho Emiratos Árabes Unidos, Sudán y Bahréin. Aunque ninguno de estos países es un protagonista más o menos directo de las turbulencias de Oriente Medio, ni tiene demasiado que decir sobre el conflicto con Palestina, el destino de Siria, la perpetua inestabilidad en Irak, el futuro de los kurdos o los contenciosos con países como Irán. Pero no dejan de ser naciones árabes y los gestos tienen una gran resonancia más allá de la pura potencia simbólica.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, celebró ayer el anuncio de Trump y dijo que será una «paz cálida». «Siempre creí en esta paz, siempre trabajé por esta paz y ahora se materializa ante nuestros ojos», aseveró el mandatario durante una ceremonia de Janucá, para agregar que «actuaremos lo más rápido posible para establecer relaciones diplomáticas plenas». Asimismo, Netanyahu agradeció a Trump sus «increíbles esfuerzos por traer la paz a Israel» y reiteró que «nunca nos olvidaremos de esto».

El «premier» israelí también se refirió al rey Mohamed VI de Marruecos y a los lazos históricos de Rabat con la comunidad judía, que dijo son la base sobre la cual «se construyó esta paz».

Entonces y ahora el gran hacedor del deshielo ha sido el yerno de Trump, el multimillonario, marido de Ivanka Trump y enviado especial para todo lo relacionado con Oriente Medio, Jared Kushner. «Este es un importante paso adelante para el pueblo de Israel y Marruecos», ha dicho Kushner, «Mejora aún más la seguridad de Israel, al tiempo que crea oportunidades para que Marruecos e Israel profundicen sus lazos económicos y mejoren la vida de sus pueblos». Por su lado, la Casa Blanca entiende que reconocer la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental era la gran baza con la que podía forzar a Marruecos a sentarse para un acuerdo.

La Casa Blanca reveló que Trump habló ayer con el rey marroquí, Mohamed VI, al que le reiteró su apoyo a «la propuesta de autonomía seria, creíble y realista de Marruecos, como la única base para una solución justa y duradera a la disputa sobre el territorio del Sáhara Occidental».

Oubi Bchraya, representante del Polisario en Europa, ya ha señalado que lamenta la decisión, pero que «esto no cambiará ni una pulgada de la realidad del conflicto y el derecho del pueblo del Sáhara Occidental a la autodeterminación». Por otra parte, la ministra de Exteriores española, Arancha González Laya, indicó que España se mantiene en el «respeto a las resoluciones de la ONU» para encontrar una solución al contencioso del Sáhara Occidental.

Pero era la moneda de cambio para la normalización y así, el rey marroquí ya ha acordado «reanudar las relaciones diplomáticas entre Marruecos e Israel y expandir la cooperación económica y cultura para impulsar la estabilidad en la región».

Las relaciones diplomáticas se materializarán en «la reapertura de las oficinas de enlace en los dos países», como las que existieron hasta 2002, lo que da a entender que no tendrán rango de embajadas, y serán oficinas con un cometido principalmente económico y tecnológico. En cuando a los vuelos directos, están concebidos principalmente para que la numerosa comunidad judía de origen marroquí (de cientos de miles de personas) pueda visitar el país magrebí con mayor facilidad, al igual que otros turistas israelíes.

El rey quiso subrayar que estas medidas «no afectan de ningún modo al compromiso permanente y sostenido de Marruecos en favor de la causa palestina». Rabat reiteró que apoya una solución basada en los dos estados.