Atentados del 11S
11-S: Los cinco acusados del atentado que siguen presos en Guantánamo
Además del cerebro de los atentados, cuatro sospechosos de preparalos están presos en la cárcel más secreta de EE.UU.
Han pasado 19 años de los atentados del 11-S, el ataque terrorista que conmocionó al mundo y cambió la historia. Casi dos décadas y será solo el año que viene, en enero, cuando se juzgue al cerebro confeso de los ataque, el paquistaní Jalid Sheij Mohamed, al que se conoce por sus siglas en inglés, KSM.
KSM fue capturado en Rawalpindi (Pakistán) en marzo de 2003 en una operación conjunta de la CIA y los servicios de Inteligencia paquistaníes. Tras varios años en las prisiones secretas de la CIA, fue trasladado en 2006 a Guantánamo, donde terminaría confesando ser el ‘cerebro’ del 11-S y otros atentados e imputado por crímenes de guerra en 2008. Y ahí permanece a la espera de juicio, que debería comenzar el próximo 11 de enero, aunque hay mucho escepticismo al respecto.
No es el único que está preso en la cárcel de Guantánamo, en Cuba. Osama Bin Laden, el líder de Al Qaeda, murió en mayo de 2011 en una operación secreta en Pakistán. Pero cuatro de sus seguidores, sospechosos de estar detrás de los atentados, están encarcelados en la misma prisión que KSM, en el llamado Campo 7, donde EE. UU. mantiene a los presos más peligrosos. Son considerados “combatientes enemigos ilegales” y no prisioneros de guerra. Y eso implica que no están protegidos por la Convención de Ginebra. Pueden, por tanto, estar ahí retenidos indefinidamente y no tiene derecho a representación de un abogado.
Walid bin Attash, de 42 años y origen yemení, fue arrestado en abril de 2003 en Karachi. Tras tres años bajo custodia de la CIA, fue trasladado a Guantánamo en 2006. Fue el guardaespaldas de Bin Laden, y era el encargado de seleccionar y ayudar a entrenar a varios de los terroristas de los ataques del 11-S.
Ammar al Baluchi, de 43 años,, fue detenido en abril de 2003 en Karachi y, también estuvo “bajo custodia de la CIA” y trasladado después a Guantánamo en septiembre de 2006. Se le acusa de asistir económicamente a los atacantes y comprar los billetes de avión
Ramzi bin al Shibh, de 47 años y yemení, iba a ser uno de los secuestradores de los aviones, pero problemas con su visado se lo impidieron. Se le acusa de participar en la logística de los atentados. Fue capturado en Pakistán el 11 de septiembre de 2002, después de un tiroteo en Karachi.
Mustafa al Hawsawi, saudí de 52 años fue arrestado en marzo de 2003 y trasladado a Guantánamo en 2006.. No está muy claro cuál fue su papel en los atentados, aunque parece que ayudó en la preparación de los mismos. Fue capturado el 1 de marzo de 2003.