China

La guerra mediática entre Estados Unidos y China

El Gobierno chino revoca la licencia de tres periodistas de “The Wall Street Journal”. El día anterior, la Administración Trump anunció que los periodistas oficiales chinos serán tratados como funcionarios del estado comunista

Reuters video journalist Martin Pollard wears a protective suit as he films at the Jiujiang Yangtze River Bridge in Jiujiang
Reuters video journalist Martin Pollard wears a protective suit as he films at the Jiujiang Yangtze River Bridge in JiujiangTHOMAS PETERReuters

La guerra comercial que se libra entre China y Estados Unidos ha alcanzado esta semana a los reporteros de ambos países. En plena crisis por el coronavirus, el Gobierno chino ha anunciado que revocará la licencia para trabajar en el país a tres periodistas acreditados del periódico estadounidense “The Wall Street Journal” (WSJ) por la publicación de un artículo supuestamente despectivo y racista contra China.

El pasado 3 de febrero, el rotativo publicó un artículo de opinión sobre la respuesta del Ejecutivo chino a la epidemia del nuevo coronavirus titulado ‘China, el verdadero enfermo de Asia’, lo cual “levantó gran indignación entre el pueblo chino así como la condena generalizada de la comunidad internacional”, afirmó hoy el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Geng Shuang.

Según informa Efe, la expresión “el enfermo de Asia” se utilizó de forma despectiva a finales del siglo XIX y principios del XX para referirse a China, castigada entonces por divisiones internas y los intentos de colonización de las potencias occidentales, que la obligaron a firmar una serie de tratados para obtener concesiones comerciales.

La guerra mediática entre Estados Unidos y China
La guerra mediática entre Estados Unidos y ChinaAndy WongAgencia AP

Geng aseguró que el Gobierno chino “no da la bienvenida a medios de comunicación que hacen comentarios racistas y que atacan maliciosamente a China”, por lo que presentó una queja formal al WSJ.

Según Geng, Pekín pidió al periódico que reconociera "la gravedad de su error", que se disculpara públicamente y que investigara a los responsables del artículo, conservándose el derecho de tomar "otras medidas".

"Lamentablemente, el rotativo aún no se ha disculpado ni investigado a los responsables", dijo Geng, por lo que las autoridades han decidido que "desde hoy, se revocan las acreditaciones de tres periodistas del WSJ".

El diario “The Wall Street Journal” informó de la retirada de las credenciales a tres de sus reporteros en Pekín al indicar que “se trata de la primera vez en la era post-Mao que el Gobierno chino explusa a varios periodistas de una misma organización de noticias internacional”.

Funcionarios del estado comunista

La expulsión de estos periodistas se produce después de que el Departamento de Estado estadounidense designara ayer a cinco medios estatales chinos (la agencia Xinhua, la televisión CGTN, la radio China Radio International y los periódicos “China Daily” y “Diario del Pueblo”) como “misiones extranjeras”.

El Departamento exigió a esos medios que sigan las mismas reglas que embajadas y consulados porque están “controlados por el Gobierno chino”.

"Los medios juegan un importante rol como puente para facilitar la comunicación entre los pueblos de diferentes países. Los medios chinos en Estados Unidos cubren noticias siguiendo los principios de la objetividad, la imparcialidad, la verdad y la precisión", defendió el portavoz chino.

“Estados Unidos se enorgullece de su libertad de prensa y, sin embargo, decide restringir y coartar el trabajo de los medios chinos, lo cual es injustificado e inaceptable. Pedimos a EE UU que deje a un lado sus prejuicios ideológicos y su mentalidad de suma cero y que deje de tomar medidas que socaven la cooperación y la confianza mutua”, dijo Geng.

“Nos reservamos el derecho a tomar medidas como represalia”, agregó el portavoz.

De acuerdo con el periódico “The New York Times”, la medida tomada por parte de la Administración Trump se había debatido en Washington durante años pero nunca se había llevado a cabo por cómo podría afectar restringir la libertad de prensa. La decisión llega en un momento en el que “la Administración ha hecho movimientos agresivos en múltiples frentes para luchar contra lo que los funcionarios describen como una amplia influencia china y operaciones de inteligencia en Estados Unidos”.