México

Emilio Lozoya, el “alter ego” de Peña Nieto que trató de asaltar Repsol

El detenido ex director de Pemex era la mano derecha del ex presidente mexicano

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El ex secretario de Hacienda Emilio Lozoya era el hombre más cercano al ex presidente mexicano Enrique Peña Nieto. Tanto que era considerado su mano derecha. Sus opiniones pesaban más que las de cualquier otro en el equipo cercano del ex mandatario.

El llamado “super secretario” tenía una injerencia inusitada dentro del Gobierno del ex presidente priísta. Por ello, también se le conocía como “el vicepresidente”. Tras las investigaciones por la compra de Fertinal y Agronitrogenados por parte de Pemex, surgió el nombre de Luis Videgaray, quien habría estado detrás de la sugerencia de compra.

De acuerdo con el abogado de Emilio Lozoya, Javier Coello, cualquier acto de corrupción en el Gobierno de Peña Nieto debió muy probablemente pasar por las manos de Videgaray Caso. En una conferencia de prensa celebrada en agosto de 2019, Coello Trejo acusó a Luis Videgaray de “vaciar las arcas de Pemex”.

En enero de 2015, audios publicados en Youtube revelaron una conversación de altos ejecutivos de la empresa española OHL acerca de una asesoría por parte del entonces funcionario mexicano para ser favorecidos en licitaciones de Pemex. Fue la antesala de lo que llegaría. En agosto de 2017, medios brasileños revelaron que Emilio Lozoya recibió sobornos millonarios de la empresa Odebrecht a cambio de conseguir una licitación de más de 115 millones de dólares para una refinería en Tula (Hidalgo). Una oportunidad que Nieto y que el partido del PRI no solo no evitó, sino que lo aprovechó.

La ambición de Lozoya llegó hasta España. La mano derecha de Peña Nieto trató de asaltar Repsol en 2012, empresa liderada por Antonio Brufau. Las tensiones que se generaron como consecuencia de la expropiación de YPF por parte del Gobierno de Cristina de Kirchner sirvieron para orquestar un complot contra la dirección de la petrolera española y tratar de asumir su control. Desde Pemex se aprovechó el movimiento de Kirchner para apelar a una supuesta fragilidad de Brufau.

No obstante el ejecutivo español logró resolver la crisis con el Gobierno argentino y salió reforzado del embite. Lozoya desistió de su sueño de hacerse con el control de la petrolera española pero siguió dando rienda suelta a su ambición desmedida hasta su detención ayer en Málaga.