Costa de Marfil
Macron renuncia a su pensión vitalicia en un mensaje a los sindicatos
El presidente, de gira por África, pide una tregua a los sindicatos. Cuando abandone el Elíseo le corresponderían 6.000 euros mensuales
En una decisión sin precedentes, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció ayer durante una visita a Costa de Marfil su intención de renunciar a la pensión vitalicia que le correspondería cuando abandone el Elíseo, un gesto que busca rebajar la tensión en casa por la reforma de las pensiones anunciada por su Gobiernoy los privilegios de la clase política.
De acuerdo con una ley de 1955 que regula el régimen de jubilación de los expresidentes de la República, estos tienen derecho a un retiro de por vida de alrededor de 6.000 euros mensuales, que, además, puede combinarse con remuneraciones de otros trabajos sin ningún límite. Al mismo tiempo, Macron anticipó que también prevé renunciar al puesto que se reserva de forma vitalicia a los expresidentes franceses en el Consejo Constitucional del país, un cargo remunerado con 13.500 euros mensuales que su predecesor en el cargo, François Hollande, también declinó ocupar. «Es una cuestión de ser ejemplar y coherente», defendió la oficina del mandatario en un comunicado recogido por la agencia Reuters.
El gesto de Macron se produjo un día después de que pidiera una «tregua» durante las vacaciones de Navidad a los sindicatos ferroviarios franceses, en huelga por la reforma de pensiones. Para el mandatario galo, una pausa serviría para mostrar «el sentido de responsabilidad y el respeto» hacia aquellos franceses que tengan planeado reunirse con sus familias durante este período festivo. Ayer mismo, la Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses (SNCF) informó no obstante que los servicios de pasajeros en el país volvían a ser reducidos, y que se suspenderían la mitad de los recorridos de trenes de alta velocidad, dando así continuidad auna huelga que ya ha mantenido parcialmente paralizado el transporte en las últimas dos semanas.
El anuncio del mandatario francés se produjo durante una visita oficial del galo a África Occidental que le está proporcionando un respiro en relación a las huelgas y protestas que han sacudiendo Francia los últimos días. La reforma del sistema de pensiones diseñado por el Ejecutivo francés prevé abolir la cuarentena de regímenes de jubilación contemplados hasta la fecha y unificarlos en un único esquema, lo que pondría fin a los marcos especiales que mantienen actualmente sectores como por ejemplo el ferroviario. Asimismo, la reforma obligaría también a retrasar la edad de jubilación y a trabajar hasta los 64 años para poder optar a una pensión completa. Con su gesto, Macron pretende ajustar el esquema de pensiones presidenciales al nuevo sistema ideado por el Ejecutivo, y evitar cobrar dicha remuneración años antes de la edad de jubilación legal en el país. Desde las primeras protestas, el primer ministro, Edouard Philippe, ha dado margen para ceder y negociar con las centrales, en un intento de dividirlos.
Las críticas al presidente por su intención de renunciar a la pensión, sin embargo, no se hicieron esperar. En declaraciones al canal francés BFMTV, el líder opositor del partido La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, calificó la medida de demagógica, y reprochó a Macron que él, a diferencia de la mayoría de franceses, tiene los medios para prescindir de una jubilación de 6.000 euros mensuales. Yendo aún más allá, la exministra y candidata del Partido Socialista Ségolène Royal preguntó al mandatario francés si renunciaría también a volver al «mundo empresarial global» tras su paso por el Elíseo.
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