Francia
Sarkozy y Merkel frente al «modelo americano»
El presidente galo ha sabido reactivar el motor franco-alemán para hacer frente al resto de potencias.
París- ¿Bravata o real amenaza? Nicolas Sarkozy demostrará hoy si está dispuesto a abandonar el G-20 y dar un portazo si la cumbre que debe alumbrar un nuevo capitalismo mundial se concluye con una simple declaración de intenciones. Sea como fuere, esa posibilidad forma parte de la estrategia de presión que viene ejerciendo en estas semanas el presidente galo para que la voz de Francia no enmudezca cuando todos los focos se dirigen a Barack Obama.Desde que se desencadenara esta crisis financiera y económica, Sarkozy ha sido el látigo fustigador de los excesos y abusos de un sistema capitalista desbocado. También, el abanderado de la «refundación del capitalismo», que ha defendido a capa y espada en todas las citas internacionales, sin encontrar demasiadas sombras. Ahora, la realidad es que el carisma y el tirón del nuevo inquilino de la Casa Blanca le han relegado a un segundo plano y, sobre todo, no concibe que su proyecto de refundar el sistema financiero quede desustanciado en manos de los anglosajones, reticentes a la reglamentación de la que es partidaria buena parte de la Europa continental. Tras los principios adoptados en Washington el pasado mes de noviembre, Sarkozy exige ahora resultados concretos. Por ahora, su idea de un nuevo «Bretton Woods», que siente nuevas bases como en 1944, parece ya haber hecho aguas. Aunque Sarkozy no pretende renunciar a que esta reunión histórica adopte algo más que «falsos compromisos» a los que ya ha dicho que no va a asociarse. La batalla se anuncia dura, pero el líder galo ha sabido reactivar el motor franco-alemán para hacer frente común. Y eso que su amenaza de levantarse de la mesa no ha sido del gusto de la canciller germana, Angela Merkel, que la considera «poco idónea».Ambos estiman que a pesar de los avances en las negociaciones, «las cuentas no salen» para ninguno de sus países, que no contemplan desembolsar más dinero en planes de estímulo como propugnan tanto Obama como Gordon Brown.
El esfuerzo fiscal de EspañaEl primer ministro británico, Gordon Brown, recibió ayer al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el número 10 de Downing Street. Allí, según fuentes del Ejecutivo, pidió la colaboración de España para que medie entre las disposiciones discrepantes puestas de manifiesto la víspera del G-20. Según las mismas fuentes, Zapatero explicó en la cena el esfuerzo fiscal de España para luchar contra la crisis. El presidente defendió además que «cualquier esfuerzo adicional debe concentrarse en sectores determinados que potencien el crecimiento, como la "economía verde"». El protocolo británico situó al jefe del Gobierno español entre el presidente de Suráfrica, Kjalema Motlante, y el primer ministro australiano, Kevin Rudd.
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