Reino Unido y Polonia saldrán de la base de la OTAN en Valencia

El Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad que la OTAN tiene en Bétera (Valencia), sólo ha realizado una misión desde que obtuvo esa denominación en 2002. Y eso fue en 2005. Tras el terremoto de Pakistán, la Alianza Atlántica decidió activar a la fuerza dependiente de este cuartel general. Este mismo debería haberse desplegado como cuartel general en Afganistán en agosto de 2007, pero no lo hizo. La inactividad total de cara al exterior que demuestra el cuartel general de Bétera ha llevado al Gobierno británico y al polaco a decantarse por retirar las tropas que tienen allí trabajando y reubicarlas en otras tareas más activas. Los representantes de ambos países que sirven en Bétera abandonarán sus instalaciones en el mes de junio. Y no son los únicos. A ellos podría unirse Canadá, dado que su Ejecutivo también está pensando en destinar a sus militares a otras instalaciones de la OTAN con más presencia en misiones en el exterior. De marcharse definitivamente las tres naciones, en ella quedarían sólo diez contando a España. La base funciona con total normalidad, y los militares, unos cuatrocientos, que trabajan en ella están preparados permanentemente para ser desplegados en caso de que la Alianza Atlántica así lo requiera. Por el momento, en siete años, esto no ha ocurrido más que en la ocasión de Pakistán. Según fuentes militares consultadas por LA RAZÓN, el fallido despliegue de agosto de 2007 ha podido influir en el hecho de que la OTAN no haya encargado más misiones en el exterior a este cuartel general. En aquella ocasión, el Gobierno español puso reparos al despliegue. España asumía el mando como máximo representante de este cuartel, lo que implicaba el envío de más efectivos y mandar sobre operaciones de Estados Unidos. La negativa inicial del Ejecutivo llevó a la OTAN a desechar el envío de este cuartel y mantenerlo en un segundo plano operativo. Esto ha llevado a Polonia y el Reino Unido a buscar otras alternativas dentro de la Alianza. Fuentes cercanas a Bétera señalan que este tipo de «fluctuaciones» son algo «frecuente». De los países que comenzaron a enviar efectivos en 2001 al acuartelamiento «ya no están todos» y desde 2002 otros se han incorporado a la estructura de mando. Hace dos años, el contingente húngaro ya abandonó estas instalaciones.