Turquía
Realidad y ficción
El túnel de viento es uno de los pocos lugares donde a veces la ficción supera la realidad. El proceso empieza con la simulación de dinámica de fluidos por ordenador donde se ven las tendencias que el aire sigue alrededor del coche. Si funciona ahí, se construye un modelo para el túnel de viento y así probarlo. Todos los túneles un poco serios tienen suelo móvil y en ellos las ruedas giran, ya que la interacción del coche con el aire cerca del suelo y las turbulencias que crean las ruedas al girar son dos de los fenómenos más difíciles de intuir y predecir. La mayoría de los túneles son a escala (50 o 60%) y en los modernos se puede girar el coche para simular el efecto del viento lateral y otras condiciones de carrera, pero es muy difícil simular, por ejemplo, el efecto de las ondulaciones del asfalto o los baches que hacen que cambie el ángulo con el que el aire llega al coche. En Renault tuvieron problemas de falta de correlación entre los resultados del túnel de viento y la realidad en 2007, que incluso parece que venían de 2006, pero ese año el coche fue suficientemente bueno para enmascararlos. A pesar de haberlos resuelto sigue habiendo evoluciones que no funcionan, como el alerón delantero de Turquía. Ahora, con la prohibición de los tests es más difícil darse cuenta del posible error.
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