La niña raptada en 1998 por su padre estaba en México

Madrid- Sara García Rachid, de tres años, se despidió de su madre en Sotillo de la Adrada (Ávila) antes de subir en el coche de su padre, Cesáreo García Sánchez, para pasar una tarde con él. Fue el 6 de noviembre de 1998. Ésa fue la última vez que vio a su madre, que había obtenido su custodia dos semanas antes. Ayer, 11 años después, se produjo el reencuentro. Sara y su padre llegaron a Barajas. Era el final de una pesadilla que había durado demasiado tiempo. Y ha sido posible gracias a la colaboración de la Policía mexicana e Interpol, que la semana pasada les localizaron en México. El padre ha pasado a disposición del Juzgado de Arenas de San Pedro (Ávila), que no ha decretado su ingreso en prisión y ha establecido un régimen de estancias con los dos progenitores. Fuentes judiciales confirmaron que el letrado considera que no existe riesgo de fuga ni de reincidencia y le han dejado en libertad a la espera de juicio. Las mismas fuentes indicaron que no se le puede aplicar el delito de sustracción de menores, ya que en 1998 no estaba previsto en el Código Penal. El caso se considera un delito de desobediencia por quebrantamiento de una sentencia. Con esta detención se cierra un caso abierto hace más de una década. En este tiempo, investigadores han seguido pistas en Argelia, en Tizi-Ouzon Daylia; en Toulouse (Francia), o en la República Dominicana. El 1 de septiembre de 2000, el juzgado de Arenas dictó una requisitoria para su detención, sospechando que podrían estar en Francia o en el norte de Africa. En octubre de 2008 la Interpol comunicó al juzgado que los había localizado. El pasado lunes enviaron un fax que informaba de que vivían en Baja California y que iban a ser repatriados.