Barcelona
Harlan Coben: se busca asesino en Facebook
El aclamado autor estadounidense gana el Premio Internacional de Novela Negra RBA con «Live Wire», en la que los crímenes convencionales saltan a las nuevas tecnologías.
Facebook no solamente es una vía de comunicación para muchos internautas. Ahora puede ser también la excusa para un crimen. Ese es el punto de partida de «Live Wire», la nueva obra del autor superventas Harlan Coben, quien ayer se alzó con el IV Premio Internacional de Novela Negra RBA, dotado con 125.000 euros. El autor estadounidense, que recogió el galardón en Barcelona, vuelve a contar en esta historia con su «alter ego», Myron Bolitar, un representante de deportistas convertido accidentalmente en detective.
Regreso del guía turístico
Para Coben, ganar un premio de estas características en nuestro país es una manera de volver al pasado. «Cuando tenía 19 o 20 años, me vine a España a trabajar como guía turístico en la Costa del Sol. Fue allí donde conocí mi vocación literaria porque cuando veía el comportamiento de mis compatriotas pensaba que lo mejor era escribir. Mi primera novela, que es malísima, está ambientada en España, por lo que volver ahora, estar otra vez aquí y con este galardón es como un sueño», dijo el escritor.
«Live Wire», que será editada a finales de noviembre, trata sobre una crisis de indentidad provocada por las nuevas tecnologías, especialmente Facebook. La premisa empleada por el autor de títulos como «Tiempo muerto» o «Muerte en el hoyo 18» fue preguntarse «¿qué pasaría si alguien escribiera debajo de la ecografía que el niño no es suyo?, ¿qué grado de sinceridad puedes tener con tu mujer?». Coben nos habla de una ex célebre tenista, Suzze T, quien acude a Coben para pedirle ayuda. En su página de Facebook aparece la ecografía del hijo que espera, pero uno de los visitantes del perfil ha cuestionado que Lex Ryder, marido de Suzze T, sea el padre de la esperada criatura. La ex deportista acude a Bolitar para que solucione la crisis que, por el camino, también ha provocado la desaparición de Ryder. Para el novelista, el género negro no puede quedar aislado respecto a la realidad, como la que ofrece Facebook, Twitter o MySpace, porque «es el mundo en el que vivimos. Yo no presento una tecnología puntera en el libro, sino que hago lo mismo que todos. Por ejemplo, ahora una chica que tenga una cita a ciegas buscará en Google al caballero con el que tiene el encuentro. Yo no sería un escritor realista si en mi novela únicamente existieran teléfonos fijos. Es una tecnología que tenemos aún en estado embrionario porque aún no sabemos si será positiva o negativa».
Millones de libros vendidos
Lo que sí es seguro es que Coben es un hombre que sabe moverse por la red. Pese a que no actualiza su cuenta de Facebook desde el pasado martes, el escritor está conectado a este universo con una cuenta formada por casi 5.000 seguidores. Pero la cifra resulta ridícula si se compara con los 47 millones de libros vendidos en todos el mundo o el estar traducido a más de 25 idiomas en más de 30 países.
En este éxito ha jugado un papel importante su detective Myron Bolitar. «Él es como mi "alter ego", pero mejorado, porque es mucho más inteligente que yo, aunque le gano en dos cosas: soy mucho mejor bailarín y más diestro con las mujeres porque yo sí que he logrado tener una relación estable. Él tiene cosas por las que siento celos, pero me envidia mi mujer, mis hijos y mi casa con jardín y barbacoa», explicó el novelista. Coben tampoco siente mucha simpatía por el trabajo de su héroe, el de agente deportivo, porque «supongo que en España pasa como en Estados Unidos, que los representantes deportivos no son de fiar. Yo no le compraría a ninguno de ellos un coche de segunda mano. De hecho, a mí ni siquiera me gusta mi agente literario, que se lleva el 10 por ciento de lo que hago», bromeó.
Aparte de la cara oculta del agente deportivo, al escritor le fascina profundizar en el mal. En este sentido, recordó que prefiere «explorar el mal que uno puede guardar en uno mismo. No me gusta escribir sobre situaciones en blanco y negro, sino sobre la frágil frontera entre el bien y el mal».
Harlan Coben es un auténtico fenómeno literario, pero no tan desorbitado como su buen amigo Dan Brown. Coincidieron en la promoción y en la misma universidad y conservaron desde entonces una buena relación. «Desde hace años Dan ha sido un admirador de mis libros. Con sus dos primeras obras pinchó, pero un día vino a verme con un manuscrito del que pidió mi opinión. Lo leí y me pareció una gran novela, como así fue. Era "El código Da Vinci". Después, cuando hacía mis giras de promoción descubría que yo estaba en la segunda posición de los más vendidos, mientras que Dan ostentaba el primer puesto. Está visto que asesorarlo ha tenido sus resultados», declaró entre risas. Sin embargo hoy, cuando queda para tomar copas con sus amigos –como Brown, Michael Connelly, Dennis Lehare o Ian Rankin– no hablan de literatura, ni de procesos creativos «sino que compartimos la amistad».
El detalle
Un fan llamado Bill Clinton
El ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, siempre ha reconocido que «Cien años de soledad», de Gabriel García Márquez,es su libro favorito y Marco Aurelio, uno de sus autores de cabecera. Sin embargo, cuando fue operado por problemas cardiacos, empezó a recuperar fuerzas con la lectura de una de las novelas de Coben, «Second Chance», titulada en nuestro país «Última oportunidad», y parece que desde entonces lo sigue muy de cerca. Un fotógrafo del «NY Post» pudo captar a Clinton con aquel libro en mano, algo de lo que se enorgullece el escritor.