Batasuna exige su legalización y el acercamiento de los presos

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, replicó a la formación radical que «se ha equivocado de interlocutor» al asegurar que a quien se tiene que dirigir no es al Gobierno, sino a la propia ETA. En declaraciones a Telecinco, Rubalcaba puso en duda la influencia que actualmente tienen los dirigentes abertzales en las decisiones de la banda terrorista, dado que anunciaron a coro con Eusko Alkartasuna (EA) un alto el fuego de verificación internacional y sólo han obtenido un cese de «acciones ofensivas».

Tras recalcar que el Gobierno «no va a variar un ápice la política antiterrorista», Rubalcaba recordó a la formación proscrita que únicamente dejará de serlo si rompe con ETA o consigue su disolución. Pero este emplazamiento repetido hasta la saciedad no entra en los cálculos del brazo político de la organización terrorista, que ayer ofreció en Bilbao su segunda comparecencia, tras el anuncio de la semi tregua, a cargo de Rufi Etxebarria, Tasio Erkizia, Amparo Lasheras, Marian Beitialarrangoitia y Txelui Moreno. Este último evitó analizar la «suficiencia o insuficiencia» del anuncio de ETA, porque se trata de «una declaración de gran magnitud que ha dado esperanza». También aplaudió del anuncio de los terroristas que haya posibilitado que se den más pasos para «avanzar hacia un escenario de no violencia y normalización político-democrática».

En este sentido, Moreno colocó la pelota en el tejado de PSOE y PP, y de los Gobiernos francés y español. Al Ejecutivo central le reprochó que «no ha movido ni un dedo todavía».