Corea del Norte
Aléjese del Twitter
No hay mejor campaña de promoción para un famoso que las redes sociales. Internet amplifica y eleva a la máxima potencia toda la información sobre ellos.
Pero internet en general, y las redes sociales, en particular, son un arma de doble filo, y, al igual que pueden lanzar a un personaje al estrellato, están dejando a otros, mucho más si son conocidos, por los suelos a la mismísima velocidad de la luz. Así que si es usted famoso, tenga cuidado con lo que dice, porque, en el caso de la red, las palabras no se las lleva el viento.
Miles de ojos estarán analizando con lupa sus palabras, y no dudarán en crear «hashtags» («tweets» que hablan sobre un mismo tema), que se extenderán como la pólvora por la red y que llegarán a miles de usuarios. O si no, que se lo digan a David Bisbal. El cantante almeriense escribió en su página oficial de Twitter a propósito de la última revuelta de Egipto: «Nunca he visto las pirámides tan poco transitadas, ojalá acabe pronto la revuelta». La reacción fue inmediata, y el «hashtag» «turismobisbal» se convirtió en «trending topic» (uno de los temas más comentados de la jornada), con bromas tan hirientes como «Vengo de ver la Capilla Sixtina. Para ser una tortuga Ninja, Michelangelo era un pintor cojonudo».
Cantantes, escritores...
El último traspié lo ha tenido Jordi González. El presentador de «La Noria» respondió a una usuaria que calificaba la programación de Telecinco como «telebasura», con un «telebasura, tu puta madre, guapa», y aunque Gonzaléz pidió disculpas inmediatamente, la red no perdona, e instantáneamente se creó el «hashtag» «tuputamadre».
Otro ejemplo de «metedura de pata» es el de Andrés Calamaro. El cantante argentino, en un ataque de inspiración poética, dedicó a sus fans unas hermosas palabras, demostrando que no había perdido ni un ápice de la capacidad creadora que le llevó a escribir éxitos como «Mi enfermedad»: «Estos 140 caracteres (refiriéndose al máximo que se puede escribir en Twitter) pueden metérselos en el medio del ojete. Me importa tres pepinos perder un segundo más con un puñado de boludos con Blackberry». El final no podía ser otro: Calamaro cerró su cuenta.
Pero analicemos más ejemplos. Alejandro Sanz comparó la propiedad intelectual con el sida infantil en África, unas palabras, sin duda, poco afortunadas: «Demuestren que están a favor de los derechos. De los derechos de los niños con sida en África a tener medicación a su alcance. No me jodan con estupideces... sabemos que los derechos de los creadores son legítimos», aseguró.
Para la posteridad también quedará el bagaje cultural de la ex miss universo, entradita en kilos y metida a concursante de reality, Alicia Machado. En un alarde de solidaridad pidió «Paz para las dos Chinas», refiriéndose al conflicto de Corea del Norte y Corea del Sur. Tampoco asistió con interés a las clases de lengua Paulina Rubio. La «Chica Dorada» anunció su estado de buena esperanza de esta forma: «Chicos, quiero confesar con mucha ilusión (...) que van a hacer tíos».
Algo más hirientes fueron los «tweets» de Arturo Pérez-Reverte y de Nacho Vigalondo. Mientras el primero escribió, refiriéndose a la sustitución de Miguel Ángel Moratinos por Trinidad Jiménez al frente de la cartera de Asuntos Exteriores, lo siguiente: «Por cierto, que no se me olvide. Vi llorar a Moratinos. Ni para irse tuvo huevos», el segundo frivolizó sobre uno de los capítulos más crueles de la historia de la humanidad. Estas fueron las palabras del artista multidisciplinar: «Ahora que tengo más de cincuenta mil followers y me he tomado cuatro vinos podré decir mi mensaje: ¡El Holocausto fue un montaje!».
De la red al estrellato
Sin duda, internet es la mejor forma de «venderse» en la actualidad. Ejemplo de ello es el nuevo ídolo juvenil, Justin Bieber, quien se dio a conocer después de que su madre colgara un vídeo suyo en Youtube. Un caso más cercano es el de Pablo Alborán, un malagueño de 21 años que después de llamar la antención en internet, se ha situado en lo más alto de las listas de ventas con su primer álbum. Alborán también colgó su vídeo en la red, y el boca a boca hizo el resto. Recibió más de 6 millones de visitas. Incluso su fama ha rebasado fronteras: Kelly Rowland, ex componente de Destinity Child, se refirió al cantante como «un gran talento»
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