Feria de Bilbao
Enrique Ponce y Alberto Aguilar sendas vueltas al ruedo en Mont de Marsan
Enrique Ponce y Alberto Aguilar dieron sendas vueltas al ruedo ayer en el coso galo de Mont de Marsan, donde la poca casta de un bien presentado encierro de Samuel Flores, condicionó un festejo en el que Juan Bautista no pudo puntuar en sus dos adversarios.
El valenciano, que saludó en el que abrió plaza, firmó una labor de larga duración ante el huidizo cuarto. Un astado que trataba de irse, pero al que ofreció mucha muleta para tratar de robarle algunos pases en redondo que le sirvieron para recorrer el anillo tras un pinchazo y una estocada caída.
En el sexto, de gran trapío, hizo lo propio Alberto Aguilar. El burel había arreado en varas y dentro de su mansedumbre se tragaba los pases por el pitón derecho. Sin embargo, al natural decayó el diapasón de su faena. Pudo obtener algún apéndice de no pinchar y marrar media decena de veces con el descabello.
Mientras, Juan Bautista quedó prácticamente en blanco después de que se lesionara el manso, pero con recorrido, quinto; y que no le diera tiempo a acoplarse con el rajado segundo. Fue silenciado en su lote.
Séptima de feria. Se lidiaron reses de Samuel Flores, el 2º como sobrero, y dos (3º y 6º) de Manuela Agustina López Flores, bien presentados, deslucidos y de poca raza, el 5º, manso, se terminó lesionando. Enrique Ponce, saludos y vuelta al ruedo tras aviso; Juan Bautista, silencio en ambos; Alberto Aguilar, silencio tras aviso y vuelta tras aviso. Casi lleno.
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