Atletismo / Marta ahora o nunca

Londres- Marta Domínguez está hoy ante la última oportunidad de completar su palmarés con una medalla olímpica que siempre se le ha resistido. La mala suerte ha centrado cada una de sus participaciones en los Juegos, desde una gripe hasta una baja por una grave lesión o el recuerdo de un tropezón en una de las últimas vallas de Pekín 2008 cuando iba lanzada a luchar por el bronce. Alguna vez ha llegado a reconocer que si hubiera logrado un metal en aquella cita, quizá se hubiera retirado. El dolor, moral más que físico, de la caída, la llevó a continuar y a seguir preparándose, aunque los años entre Juegos y Juegos no han sido tranquilos para ella. Primero, decidió ser madre y en mitad del embarazo se vio involucrada en la polémica «operación Galgo», aunque fue absuelta de todos los cargos. Todo eso forma parte del pasado, pero no está olvidado. Marta sigue adelante en las zonas mixtas y no habla con los medios.
Su participación en Londres tampoco ha quedado huérfana de su particular maldición olímpica. Justo un mes antes de los Juegos, arrancó en la prueba de 3.000 obstáculos del Europeo y sufrió una rotura de fibras que hizo peligrar su participación en la capital inglesa. Eso trastocó su preparación final. Era la segunda prueba que disputaba desde que regresó tras su maternidad. La anterior fue para hacer la marca mínima.
En las series de Londres corrió con la situación bajo control, sin forzar. Su enorme carácter competitivo hace pensar que esta noche (21:25) cualquier cosa puede pasar. No es la primera vez que la atleta palentina sorprende con un triunfo o un podio que pocos esperaban. Además, ésta será su última opción, porque se aproxima a los 37 años. Marta, es ahora o nunca.