Salvar a la soldado González

Con la reunión hoy del Comité Federal los socialistas españoles celebran su encuentro más importante desde la debacle electoral del 20-N, unas elecciones que ahondaron hasta límites inconcebibles en la catástrofe política a la que se ven sometidos desde aquellas otras del 22-M y que les ha apartado del poder en miles de ayuntamientos, comunidades autónomas y Gobierno de la nación. Jamás el PSOE había estado peor desde el punto de visto electoral y político, pues la división interna latente es extrema, el banquillo está medio vacío y los barones no parecen dispuestos a tolerar más misoginia de la cúpula dirigente, de ahí el comentario ayer de Joaquín Leguina cuando advertía de que en la reunión iban a hablar hasta los muditos. Rubalcaba parece querer su continuidad al frente del PSOE, sabe que viene el papel de oposición dura y esa es la corriente donde mejor se mueve la trucha, un pez de río bravo que parece encarnar mejor que nadie en su partido. La reunión de hoy servirá para plantear lo contrario a lo que deben hacer, es decir, en lugar de presentar su dimisión aspirará a la secretaría general en sustitución de Zapatero para arreglar lo que él mismo ha desarreglado pero en esta ocasión desde la oposición, que es su medio natural y el que mejor conoce, y encima cuenta con más apoyos que Carme Chacón que también resultó derrotada en Cataluña. Espadas en alto para gestionar una ruina y meterse bajo el caparazón de la autodefensa. Difícil papel cuando lo que pide la sociedad española son dimisiones, caras nuevas y otras políticas que no aciertan a ver o a entender. Pero lo que ocurre en Madrid no sólo ocurre en la capital de España, también sucede en las comunidades autónomas y en las federaciones regionales que han salido igualmente tocadas de esos catastróficos resultados electorales. Murcia no escapa a ello y aquí en la Región se ha puesto en marcha la operación para salvar a María González Veracruz de su desaparición política. Como en la película de Steven Spielberg «Salvar al Soldado Ryan» en esta tierra un grupo especial de hombres ha tomado rumbo a Normandía para localizar a James Ryan (González Veracruz), un paracaidista que saltó tras las líneas enemigas y que resulta ser el único hijo vivo de una familia americana que ha perdido a otros tres en la segunda Gran Guerra. Arriesgan sus vidas para localizar a la soldado González para evitar que el peor resultado electoral de los socialistas murcianos se la lleve por delante y en ello se están empleando todos, incluso Ramón Ortiz. Pedro Saura se irá tal y como ya ha anunciado de la secretaría general y Ortiz no quiere ponerse al frente, aunque todos coinciden en salvar a Veracruz para que asuma el relevo. Es joven, no demuestra impericia política y con tiempo y una caña podría dar buenos resultados, pero lo importante ahora es salvarla de la guerra, evitar que caiga en combate o sea capturada por los alemanes. Hay que devolverla a casa sana y salva para que se ponga al frente del PSRM en ese congreso extraordinario que celebrarán en febrero, y en ello andan todos en el partido. Se le perdonará todo, o casi todo, se le arropará para que le suba la autoestima y la bilirrubina y tras la elección de Rubalcaba el nuevo secretario general vendría en persona a darle el espaldarazo que ella y su familia necesitan y que ya se lo han prestado con anterioridad a Rubalcaba cuando todos le dejaban solo ante el peligro y le daban de lado. Algunas terminales políticas y mediáticas en Murcia han iniciado la búsqueda de la soldado González que es tan importante para la moralina americana o socialista como el ganar la Guerra Mundial.