Bolivia
Najwa Nimri: «Estoy en un momento combativo»
Retoma su carrera en solitario con su nuevo disco, que presenta hoy en Madrid
Ha cambiado el inglés por el castellano, y sus canciones ya no suenan a anuncio de coches, sino a ba,nda sonora de algún cuento de Poe. Después de unos fructíferos años de colaboración con Carlos Jean, Najwa toma el control de sus grabaciones y abandona el pop electrónico con su nuevo disco, «El último primate», que la actriz y cantante defiende en directo en Madrid.
-¿Cómo se siente con el resultado?-Muy contenta. Siento que después de todo el trabajo, lento, artesano, después de tantos días encerrada en una habitación con el ordenador apagado y un piano de cola, dos baterías, un bajo, guitarras, y arreglos de cuerdas, ha salido un disco que atrapa, que te cocina despacio, que deja sonidos para la larga escucha. Siempre me encierro con alguien para hacer discos. Con Carlos (Jean) cuando los hacía con él y, esta vez, con Alfonso Pérez. Ha merecido la pena.
-¿A qué va a sonar Nimri en directo esta noche?-Dinámico. Habrá partes más estridentes, otras para bailar, y espero que a ratos suene tántrico. Hemos tenido que adaptar el sonido con alguien que maneje bien los cacharros electrónicos, pero la esencia siguen siendo los instrumentos. Y eso que la electrónica ya no me convence, pero no podemos llevar el piano de cola a todas partes.
-¿Por qué el castellano ahora?-Porque ya llevo unos años tocando en directo y me he dado cuenta de que tenía que hacerlo y que debería haber empezado antes. Ya tenía canciones en inglés, pero después de pasarme un tiempo sin poder hablar, me salió el castellano y traduje todas las letras que tenía escritas. Y sonaban mejor.
-Además del idioma, hay un giro estilístico en «El último primate».-Es que ya no busco ni me importa que la gente baile. Busco otro tipo de tensión aunque necesitaba huir de esa fórmula electrónica o pop y encontrar un escape para todo lo que quiero expresar. Ahora la música que hago suena más a rock sinfónico. Llevo dentro una búsqueda que no para, y mi único objetivo es expresarme lo más claramente posible, creo que por esa razón lo más natural era el castellano, que lo vuelve todo más directo.
-Pero esa sinceridad que busca suena muy oscura. ¿Está en un momento más triste?-Creo que no, que lo definiría como más combativo. Escribo como una loca. Me nace fuerte y escribo y trabajo para expresarlo. Lo rehago, vuelvo atrás, lo encajo en una melodía. Ha cambiado mi forma de trabajar, ahora los ritmos son lo último y lo primero es lo que quiero decir. Aunque la mezcla es importante porque al final tenemos que hacer que suene bien.
-¿Qué relación tiene con las viejas canciones?-Bueno, alguna sonará en directo esta noche cuando encajen con el estado de ánimo que queremos provocar. Pero sólo elegimos las que siguen la línea de lo que buscamos hacer sentir, aunque habrá noche de baile.
-¿Se puede decir que han cambiado sus referentes en la música?-No. Bueno, en realidad, cambian cada semana y siempre vuelvo. Soy muy volátil y en esta última época oigo mucho a Franco Battiato, The XX o Black Sabbath, y algunas «suites» de clásica.
-Una mezcla un poco heterogénea-Sí, pero si me paro a pensar, seguro que en mi cabeza tienen algo en común.
-Parece muy centrada en la música. ¿Qué hay del cine?-Bueno, en realidad hago lo que siempre he hecho. Y no pienso dejar el cine si el cine no me deja a mí. Acaban de estrenar o van a hacerlo tres películas: la de Loach, la de Julio Medem, aunque haga un papel pequeño, y la de Icíar Bollaín, que hemos rodado en Bolivia. Trabajo con la interpretación también en la música aunque, sienta que ahora estoy en medio de un cambio que es radical. Bueno, tal vez sea sólo suave.
-¿Un cambio, en qué sentido?-En un sentido cósmico.
Sin vozNajwa perdió esa voz ajada que tiene al final de la gira de «Til it breaks», como si el título del disco fuera una premonición de que algo iba a romperse al final. Una cuerda vocal paralizada le dejó cinco meses sin pronunciar palabra. «Fue un absoluto horror. Imagínate cinco meses mudo, sin poder hablar», dice la cantante, que durante el tiempo de silencio forzoso compuso la primera letra en castellano del nuevo disco, con otro título elocuente: «Me tiene que doler. «Y me puse a escribir y llegaron las demás», dice la cantante con sus cuerdas vocales otra vez en forma.
- Cuándo: Hoy, viernes. - Cuánto: 20 euros, anticipada. - Dónde: Sala Joy Eslava. Calle Arenal, 11.
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