Los Ángeles
El «circo» Jackson
El tributo a Michael estuvo marcado por la tensión familiar
La armonía que los Jackson Five prodigaban entonando sus ritmos soul no es precisamente la que reina ahora en la familia. La muerte del «rey del pop» no ha hecho más que acrecentar las tensiones entre unos y otros miembros y el concierto homenaje que ayer por la tarde se celebró en el Millennium Stadium de Cardiff (Gales) desentonó precisamente por las desavenencias del clan Jackson. A un lado del ring, Marlon, Tito, Jackie y La Toya actuaron en el espectáculo «Michael Forever» –tras más de 20 años sin subirse a un escenario– y defendieron que interpretar la música de su hermano fallecido era la mejor forma de rendirle homenaje. En el otro extremo del cuadrilátero, Jermaine, Randy y Janet criticaron la elección de estas fechas para celebrar el concierto por coincidir con el juicio que se celebra en la corte de Los Ángeles y que pretende esclarecer cuál es la responsabilidad del doctor Conrad Murray en la muerte de Michael. Y en medio de este desaguisado hizo su aparición la matriarca, Katherine, que asistió al show con sus nietos, Prince, de 14 años, Paris, de 13, y Blanket, de 9. Tres generaciones Jackson congregadas en el escenario, pero con ausencias demasiado notables.
Si el espectáculo «Michael Forever» no sirvió para arreglar los problemas domésticos, la presencia en el escenario de artistas internacionales como Christina Aguilera, Leona Lewis, Cee Loo Green, Pixie Lott y hasta la mismísima Beyoncé (que debido a su embarazo intervino en el show a través de una videoconferencia) tampoco ayudó a disimular los problemas. Eso sí, al menos hicieron vibrar a los más de 40.000 fans que habían pagado su entrada y que pronto se convirtieron en el objetivo de excusas y justificaciones venidas de todos los frentes: la familia de Michael, los artistas invitados, la organización... Todos animaron a los aficionados a disfrutar de la música y a olvidar las críticas y los errores de planificación, que fueron la verdadera nota dominante en los preparativos del espectáculo.
El cantante Ne-Yo, encargado de abrir el homenaje con su versión de «Billie Jean» –y algún que otro intento de emular el famoso paso «moon walker»–, echó un cable a los hermanos de Michael Jackson que habían apoyado el concierto: «No se trata de la controversia, ni de la prueba, ni de su muerte. Se trata de la celebración de su vida y de su música», afirmó ante un público enfervecido.
Marlon, el conciliador
Asimismo, Marlon, Tito y Jackie, tres de los miembros originales de los Jackson Five, subieron al escenario para cantar «Blame It On the Boogie», sin olvidar apelar al «espíritu» del «rey del pop». Marlon incluso se aventuró a pedir «respeto» hacia los hermanos ausentes. «Cada uno de nosotros se aflige de manera diferente», afirmó. «Queremos celebrar los aspectos positivos de la vida de Michael, las cosas buenas que hizo.» Y es que, canten o no, los Jackson siempre garantizan espectáculo.
Conrad Murray se contradice
Y mientras la mitad de la familia estaba en Gales, los que asistieron el viernes a la sesión del juicio sobre la muerte de Michael Jackson fueron conscientes de las contradicciones existentes en las declaraciones del médico Conrad Murray. En una entrevista mantenida con la Policía dos días después del fallecimiento del «rey del pop», el doctor reconocía haberle administrado Propofol durante el mes previo a su muerte. Días después se retractaría.
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