Chile
Fórmula DB
Algún palo le ha caído a Vicente del Bosque por la defensa experimental que redobló las ilusiones de Chile en Suiza. El 0-2 del primer tiempo disimuló con un sutil velo la paz que habían firmado los jugadores del Barça y del Madrid antes del partido, y que sólo pareció firme a raíz de los desagradables incidentes del final. La fórmula Del Bosque (Fórmula DB), cariño, diálogo, psicología, exaltación de los valores y de la amistad, ya había dado resultados óptimos en anteriores concentraciones. Pero estamos tan embriagados de éxito que cualquier excusa sirve para echar agua al vino.
Resulta exagerado calificar de drama la falta de efectivos en la zaga española sólo porque Piqué y Puyol están lesionados, o porque jugó Javi Martínez en lugar de Domínguez, quien, de paso, se hubiese entendido a las mil maravillas con Botía, su socio en la sub'21, también concentrado con los mayores. Que no cunda el pánico, hay defensas más allá del remedio Marchena y del sorprendente exceso de peso de Capdevila, frustrante fichaje del Benfica; otra cosa es que todos los posibles estén a la altura de sus compañeros del centro del campo o de la delantera. Durante años, cojeaba la Selección en esas zonas porque los clubes importaban centrocampistas y puntas de calidad contrastada que taponaban la salida del producto nacional. Ahora hay talento para regalar donde antes se compraba y un relevo generacional en la retaguardia que ya está en marcha. Guardiola ha remendado la defensa azulgrana con Mascherano y Busquets y Mourinho ha mandado al banquillo a Raúl Albiol porque prefiere a Pepe y a Carvalho; ha atendido a Zidane para que Varane vaya cogiendo sitio, y a Jorge Mendes para que Pedro Mendes, que no es pariente del intermediario sino compatriota, se foguee. Pero en España hay más defensas internacionales: San José, Arbeloa, Montoya, Azpilicueta, Monreal, Dídac, José Ángel, Iraola... Sin improvisar.
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