Ibiza
«Flower power» al ritmo de los 70
Con el lema «Haz el amor y no la guerra», se abrió la puerta a la fiesta mas hippie y (paradójicamente) más exclusiva del verano ibicenco. El Flower Power que organiza desde hace años el conocido relaciones públicas Carlos Martorell para la discoteca Pachá es una de las fiestas más locas y divertidas y que más famosos alberga en el verano ibicenco.
Paris Hilton y su hermana Nicky, con una sonrisa de oreja a oreja, fueron de las primeras en llegar y al ritmo de Los Rolling Stones no se apearon de la pista de baile hasta las tantas mientras tarareaban y se contorsionaban con las sensuales canciones. Lo mismo le sucedía a Ana Obregón, que parecía sacudirse las flores y la melena mientras agitaba una bengala al ritmo de «Yellow Submarine», momento verdaderamente apoteósico de la noche en la que pinchó Piti Urgell. Y es que, sin duda, entre todas las fiestas que se celebran en las discotecas, ésta tiene un sabor diferente. Como si la princesa de cuento y encanto, pionera de la placentera moda Ad Lib, Smilha, susurrara a los oídos de las celebrities un «vive como quieras pero sé elegante». Las caras conocidas se liberan de corsés y poses para volar por la pista con la mejor música de los 70, Jimmy Hendrix, The Doors, Beatles..., que todo el mundo coincide que son mucho mejores que cualquier dj electrónico de ritmos estomacales.
Más de quinientos invitados posaron ante medio centenar de cámaras y fotógrafos de prensa (algunos lo definieron como un pelotón de fusilamiento) para inmortalizar el «momento flower» junto a un inquieto Martorell («¡Siempre quiere colarse tanta gente!»). La fiesta se celebró en el «funky room» y en el espacio conocido como «el balcón de Rosetta», la barra que más famosos alberga por metro cuadrado de toda Europa. «Este es mi único posado del verano», declaraba entre sonrisas Eugenia Martínez de Irujo mientras el mentalista Antony Blake doblaba cucharas.
La duquesa de Montoro no quiso pronunciarse sobre la boda de su madre y optó por confundirse entre las flores y el gentío para evitar preguntas incómodas. Borja Thyssen y su mujer Blanca Cuesta, que no se pierden una, charlaban animadamente con el «doce más uno» campeón Ángel Nieto. Su sobrino, el ahora tan requerido dj, Fonsi Nieto, a punto de ser padre, se reía a carcajadas junto con su gran amigo, el siempre «impoluto» Javier Hidalgo.
Pero sin duda, la reina de la fiesta y la que más miradas acaparó fue la súper modelo rusa Natalia Vodianova, absolutamente espectacular, que no podía dejar indiferente a nadie. «Es la mujer más bella que he visto», declaraba Marc Ostarcevic, el ex de Norma Duval que ha hecho de Ibiza su refugio veraniego. Los pasillos que daban a la terraza, como si se tratara de una cocina italiana, se convirtieron en el alma de la fiesta. Ahí, pitillo en una mano y copa en la otra, los famosos se relajaban tras haber pasado el momento photocall. Jesús Cabanas, ex de Marta Sánchez, paseaba de la mano de una rubia guapísima bajo la atenta mirada de Sete Gibernau, vibrando todos amorosamente con la mejor música de la época dorada de Ibiza.
Eugenia, la noble más moderna
No podía faltar. La Duquesa de Montoro llegó hace unos días para disfrutar de las playas junto a su madre y no necesita ataviarse mucho, puesto que en verano su estilo es bastante «hippie». Asistieron además otros habituales de Ibiza, como Alejandra Prat, Arturo Valls, Jesús Corbacho, Giorgio Aresu, Alejandra Gucci, Carla Pereyra, la princesa D'Aremberg, Filippo y Katia del Drago, Íñigo Arteaga o Caritina Goyanes.
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