Loughner: la conjura del necio

MADRID- Quizá le faltaba leer «La conjura de los necios». Jared Lee Loughner, al menos, no cita la obra de John Kennedy Toole entre sus libros favoritos –«Rebelión en la granja», el «Manifiesto comunista» o «Mein kampf» por citar los casos más extremos y paradójicos–. Pero, sin duda, este chico de 22 años, introvertido y con una obvia inestabilidad mental, suscribiría como propios el egocentrismo y el odio a la sociedad actual que marcaban cada paso que daba el inadaptado Reilly.

Tan soñador como el propio personaje de la novela, Loughner se permite fantasías en su perfil de YouTube, como la de afirmar que los «sueños conscientes fueron un gran estudio en el instituto». Precisamente en clase no duró demasiado, quizá por dedicarse a «soñar despierto» y a interrumpir las explicaciones de los profesores con frecuentes e incongruentes salidas de tono.

Según uno de sus compañeros en el Pima Community College, Grant Wiens, el pistolero de Tucson «era un chico que tenía sus propias opiniones y no parecía preocuparle lo que la gente pensase de él». Más crítica se mostró Lynda Sorenson, que compartió clase de matemáticas durante un verano con él, y que le describió como «mentalmente inestable».

El caso es que en 2006, a pesar de su declarada afición por la lectura, este soñador dejó el instituto sin que la directora del distrito unificado de Marana supiera ayer explicar los motivos, ni si se graduó en otra institución. Algo que él mismo tampoco aclara en su perfil de YouTube, donde cita que cursó estudios en cinco instituciones educativas del estado de Arizona. Tampoco se conoce nada de su perfil profesional. Si ha trabajado, es un completo misterio para todos.

El mundo contra él
Lo que sí estaba claro para cualquier que siguiera sus andanzas por internet era su opinión sobre el mundo. No le gustaban los políticos ni la religión, y consideraba inculta a la mayoría de la población norteamericana.

En su vídeo de «presentación» en YouTube, Loughner insiste en que su «actividad favorita es soñar conscientemente» y añade que «algunos de vosotros no soñáis, tristemente». Luego, sobre una pantalla permanentemente en negro, se dedica a desgranar una completa serie de pensamientos incoherentes sobre el Gobierno, las leyes federales y la Constitución norteamericana.

Sin embargo, en ese mismo vídeo muestra, envueltos en extrañas y probablemente incongruentes claves, su «inclinación» hacia el «terrorismo» y su frustración por no haber sido admitido en las Fuerzas Armadas.

«Si me llamas terrorista, entonces el argumento para llamarme terrorista es ‘ad hominem'», se lee en la pantalla. Y sigue: «Me llamas terrorista. Por tanto, el argumento para llamarme terrorista es ‘ad hominem'». Su reflexión tras haber sido rechazado en las pruebas para ingresar en el Ejército no es menos inquietante: «Cada recluta militar de Estados Unidos en MEPS de Phoenix recibe una mini Biblia antes de las pruebas. Jared Loughner es un recluta militar de Estados Unidos en MEPS en Phoenix. Por tanto, Jared Loughner recibe una mini Biblia antes de las pruebas. No escribí ningún credo en mi instancia para el Ejército, y el reclutador escribió en mi petición: ninguno». Sin duda los investigadores están analizando ya éstas y otras «pistas» sobre la personalidad de Jared Lee Loughner, que al menos será acusado por cinco delitos de asesinato en diferente grado y cuya página en MySpace fue cerrada poco después de ser detenido.

Al final de la novela, Ignatius J. Reilly se va con su amiga Myrna Minkoff. Jared no leyó el libro.

Obsesiones en la red
«Si me llamas terrorista, entonces el argumento para llamarme terrorista es ‘ad hominem'. Me llamas terrorista. Por tanto, el argumento para llamarme terrorista es ‘ad hominem'»
«Jared Loughner es recluta de EE UU. Jared Loughner recibe una mini Biblia antes de las pruebas. No escribí ningún credo en mi instancia para el Ejército, y el reclutador escribió en mi petición: ninguno»
«La mayoría de los ciudadanos no leyó nunca la Constitución. No tienes que aceptar las leyes federalistas. Pero lee la Constitución para saber todo de las actuales leyes traidoras. ¿Eres instruido, oyente?»
«Si los propietarios y los funcionarios del Gobierno no tienen la propiedad de sus tierras y leyes por una revolución, entonces los revolucionarios de la revolución controlan la tierra y las leyes»