Sevilla
Rajoy: «Si llego a la Moncloa citaré a todos para explicar cómo crear empleo»
Con el buen sabor de boca de la convención de Sevilla, un Mariano Rajoy «animado» y «contento» por las últimas encuestas apostó anoche por «un cambio político que quiere mucha gente», y por el que «vamos a trabajar».
Entrevistado por la directora de Informativos de Antena 3, Gloria Lomana, apuntó que es consciente de que en la actual situación «los españoles saben que se agota un ciclo y que hay que cambiar». «Recuperar la confianza es mi objetivo», señaló el líder del PP tras recordar que ya cuando fue ministro tenía «una valoración muy alta, y quiero trabajar para volver a lograrlo». Eso sí, quiso ser cauto y dijo que aún no se ve presidente: «Nunca venderé la piel del oso antes de cazarlo».
Respecto a su anuncio de este fin de semana de eliminar los privilegios en las pensiones de diputados y senadores, Rajoy aclaró que no se trata de una medida para «abrir campaña», sino que considera «necesario dar ejemplo», y que deben ser «las mismas y con los mismo requisitos que los demás españoles».
Sobre el hecho de que los ex presidentes del Gobierno cobren una pensión pública, recordó que «en toda Europa tienen un estatus especial, y aquí además son miembros del Consejo de Estado, pero no pueden compatibilizarlo con otra actividad, y estoy a favor».
El dirigente gallego avanzó que, si los españoles le eligen en 2012 como presidente del Gobierno, su primera decisión será elaborar «un plan para crear empleo» y llamar «a todo el mundo» para que puedan mejorarlo y aprobarlo por consenso.
A su juicio, ese objetivo de crear empleo «requiere primero confianza para que la gente invierta» y después exige «dinero para poder invertir». También se mostró partidario de bajar los impuestos a las pymes y los autónomos porque son quienes sustentan el 80% de los puestos de trabajo. En este sentido, anunció una bajada del Impuesto de Sociedades y un cambio en el pago del IVA, para que sólo tengan que abonarlo una vez que hayan cobrado las facturas y nunca antes. Cree que así se evitarían situaciones perjudiciales para las empresas por impagos de sus clientes.
Rajoy esgrimió que la creación de empleo también serviría para «mantener las pensiones» como están en estos momentos, ya que cuantas más personas coticen a la Seguridad Social será más fácil pagar el sueldo de los jubilados. Además, se mostró contrario a elevar la edad de jubilación a los 67 años y señaló que «hoy no lo haría». En cambio, obligaría a «cumplir la actual ley» para que no haya prejubilaciones, ya que criticó que «más de la mitad» de las personas que se jubilaron en 2010 «no habían cumplido 61 años».
El popular se declaró dispuesto a apoyar al Gobierno en su propuesta de tomar participaciones en bancos y cajas que no sean solventes. De hecho, estudiará «con mucha atención» unas medidas que suponen la tercera reforma en relación con este sector, un asunto que, a su modo de ver, da «mala imagen fuera».
Además, se mostró «firme defensor del modelo actual de las comunidades autónomas», aunque cree que hay «cosas por mejorar», como preconizar la austeridad en tiempos de crisis y la garantía de la «igualdad para todos los españoles», sin brechas en la sanidad o la educación pública entre una y otra región. «Injustamente se le impide al Ayuntamiento de Madrid refinanciar su deuda, cuando jamás ha dejado de pagar su deuda», dijo el líder del PP, que abogó por fijar un techo de endeudamiento para todas las autonomías y como existía cuando gobernaba el PP para evitar cuentas de resultados muy negativas para las autonomías o los municipios.
En materia antiterrorista, mantuvo que apoyará al Ejecutivo «mientras no negocie con ETA e impida que Batasuna se presente a las elecciones municipales».
Preguntado por un cierto «aznarismo», nacido de la mayor presencia del ex presidente del Gobierno José María Aznar en los últimos tiempos, Rajoy fue claro en su agradecimiento a Aznar por participar en la convención del PP, pero agregó: «El aznarismo, como tal, no existe». Recordó que estuvo «en todos sus gobiernos», una «etapa próspera, de reformas y cuidado del dinero público», apostilló. «Aznar muestra su disposición al partido, como también lo hará si se lo pedimos para alentar a los simpatizantes del PP en campaña». «Y se lo pediré», dijo.
«España necesita un Gobierno con ganas, determinación y coraje», señaló el líder del PP, que no quiso desvelar ningún posible nombre si arribase a la Presidencia del Ejecutivo. Con ello, trató de borrar esa imagen «a la espera, sentado en una hamaca» con la que le caricaturiza algún humorista gráfico. «Nadie dijo que los humoristas tengan la razón, y yo tampoco, pero el año pasado me recorrí por España 53.000 kilómetros, me levanto a las siete de la mañana y llego a las diez de la noche. En días como hoy, aún más tarde», ejemplificó el mandatario popular.
Rajoy frenó la polémica suscitada por Esperanza Aguirre con su rechazo a la candidata del PP al Principado de Asturias, Isabel Pérez Espinosa, y aseguró que «lo importante es que todos acatemos las reglas» internas del partido y la decisión adoptada para las autonómicas de mayo. No quiso pronunciarse sobre la posibilidad de que su partido pacte con el de Álvarez Cascos en el supuesto caso de que la suma de votos les permitiera gobernar. En cualquier caso, lamentó «mucho» que el ex ministro de Fomento dejara el partido.
Tampoco quiso Rajoy entrar al debate «público» sobre quién conviene al PP que sea el candidato electoral del PSOE, a pesar de que reconoció que en un corrillo «privado» y distendido de periodistas –«hacía elucubraciones que no habría hecho en público»– sí deslizó el sábado un nombre (Rubalcaba). En cualquier caso, le es indiferente la identidad del cabeza de cartel del socialismo: «Yo trabajo para que cambien las políticas, porque creo que se puede hacer otra cosa».
Aguirre, Cascos y la llamada de teléfono de Cospedal
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, aseguró ayer que su apoyo al presidente del PP, Mariano Rajoy, es «entusiasta y total» y pidió que no la enfrenten con la secretaria general de su partido, María Dolores de Cospedal, por haber manifestado que, a su juicio, el «mejor» candidato para Asturias es el ex ministro Francisco Álvarez Cascos. «No hay división. Mi apoyo a Rajoy es entusiasta y total. Lo que pasa es que yo pienso que una persona que ha dicho hasta la saciedad, y no va a cambiar de opinión, que el mejor candidato a Asturias es Álvarez Cascos quizá no sea la más indicada para ir a apoyar a Pérez-Espinosa, teniendo ella mi respaldo como todos los candidatos del PP», manifestó en declaraciones a la Cadena Cope recogidas por Europa Press. Cospedal desveló poco después que Aguirre le había transmitido, en conversación telefónica, que ella y el PP madrileño apoyarán a la candidata del Partido Popular a la presidencia del Principado de Asturias, Isabel Pérez-Espinosa. Según anunció Cospedal en un acto conjunto con el PP de la Comunidad de Madrid en Illescas (Toledo), Esperanza Aguirre le señaló que «como presidenta del PP de Madrid, al igual que todo el PP de Madrid, apoya a la candidata del Partido Popular a la presidencia del Principado de Asturias, Isabel Pérez-Espinosa, con independencia de que ella, personalmente se posicionó en su día más favorable a la candidatura de Álvarez-Cascos».