El PSOE se une en la calle a los sindicatos contra la reforma

MADRID- No estará el número uno del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ni la número 2, Elena Valenciano, ni el número tres, Óscar López. Pero la dirección federal ha decidido salir a la calle junto a los sindicatos para protestar contra la reforma laboral aprobada por el Gobierno, y estará representada por una delegación de segundo nivel. Así acudirán a la cita la portavoz parlamentaria, Soraya Rodríguez, y dos miembros de la Ejecutiva, el andaluz Gaspar Zarrías y la murciana María González Veracruz.
La decisión se adoptó ayer en el transcurso de una reunión extraordinaria de la Ejecutiva Federal que aprobó las candidaturas para las elecciones andaluzas y asturianas. Pero la portavoz parlamentaria del PSOE ya había anunciado esta semana su intención de acudir a título personal a la manifestación, aunque permanecía a la espera de que la dirección decidiera si enviaba a una representación institucional.
Finalmente, Soraya Rodríguez estará acompañada en la marcha por el secretario de Ciudades y Política Municipal y la secretaria de Participación, Redes e Innovación, eso sin contar con que además de la delegación oficial haya socialistas que decidan acudir a título individual a la concentración para dejar claro su rechazo a una reforma que consideran «ofensiva» y «destructiva».
Desde Ferraz insisten en que las movilizaciones las convocan los sindicatos y que el PSOE no quiere apropiarse de ellas, pero tampoco renuncia a abanderar una causa que le puede volver a conectar con el electorado perdido. Es más, si algo quedó claro en la cita de Rajoy y Rubalcaba en La Moncloa es que la reforma del mercado laboral será un terreno para la confrontación entre Gobierno y oposición, como así le trasladó personalmente el número de los socialistas al jefe del Ejecutivo.
Y es que, pese a la llamada «oposición útil» anunciada por Rubalcaba en asuntos de Estado como la política antiterrorista, exterior y de Defensa, el PSOE no renunciará al cuerpo a cuerpo en asuntos que considera suponen un «retroceso en materia de derechos y libertades». Y en este sentido, por más que haya quien defienda que la espita de esta reforma laboral la abrió el anterior Gobierno, los socialistas claman ahora contra el abaratamiento del despido, el nuevo contrato para emprendedores con un periodo de prueba de un año o la flexibilidad interna en las empresas.