Buenos Aires
Irán planeaba atentar en EE UU
Washington acusa a Teherán de intentar asesinar al embajador saudí en EE UU. Detenidos dos hombres vinculados al complot terrorista
NUEVA YORK- El fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, acusó ayer a dos hombres de nacionalidad iraní de intentar asesinar al embajador de Arabia Saudí en Washington, Adel Al Jubeir, uno de los diplomáticos más respetados de la capital. Las palabras que pronunció Holder durante la rueda de prensa parecen sacadas de un guión de Hollywood.
Holder explicó ayer que agentes del FBI y la DEA habían detenido a dos hombres que preparaban varios supuestos ataques con bombas contra las embajadas de Arabia Saudí e Israel en Washington. Fuentes federales también confirmaron que se habían discutido atentados en la legación saudí y judía de Buenos Aires.
El fiscal general reconoció que el plan «fue concebido, patrocinado y dirigido directamente por Irán». Aludía a la Guardia Revolucionaria iraní, facción de élite de las Fuerzas Armadas, que se encuentra dentro de las listas de los grupos terroristas de Washington. Ayer, el Departamento del Tesoro estadounidense anunció medidas adicionales contra Irán como reacción a dicho complot.
«Estados Unidos se ha comprometido a que Irán se responsabilice de sus acciones», advirtió Holder. Con todo, la Casa Blanca carece de información que confirme que el líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei o el presidente, Mahmud Ahmadineyad, hayan estado al tanto de este plan.
La denominada «Operación Coalición Roja» comenzó cuando el iraní americano Manssor Arbabsiar, de 56 años, se puso en contacto con un agente encubierto de la DEA en México. Este hombre se hacía pasar por un miembro del cartel de Los Zetas. El sospechoso le aseguró que «vengo por orden de altos miembros del Gobierno iraní». El encargo consistía en matar al representante diplomático saudí en Washington a cambio de 1,5 millones de dólares y «toneladas de opio».
A finales de septiembre, se detuvo a este sospecho contra el que se presentaron cargos ayer, en un tribunal de Nueva York, de conspiración para matar a un representante extranjero y conspiración para utilizar armas de destrucción masiva y una bomba, entre otros. Un segundo hombre, Gholam Shakuri, fue acusado de estos cargos criminales, pero, según Holder, permanece en Irán.
La buena sintonía entre Riad y Washington data prácticamente de la misma fecha en la que empezaron las tensiones entre Teherán y EE UU, que rompieron sus relaciones diplomáticas en 1980. El Departamento de Estado incluyó en su lista de patrocinadores del terrorismo a Irán en 1984.
Durante el último año, la Casa de Saud se ha esforzado en ganar apoyos en la región para Arabia Saudí y su gran aliado occidental. Pero el movimiento que ha puesto sobre aviso a Teherán ha sido las críticas del rey Abdula contra el régimen de Siria tras la virulenta represión de Damasco contra los manifestantes. Irán considera a Siria, uno de sus países satélites, y esta circunstancia se encontraría entre las posibles motivaciones para atacar a Arabia Saudí en suelo estadounidense.
Teherán niega la trama
Fuentes de la Misión de Irán ante la ONU rechazaron «categóricamente» la implicación de Teherán en la trama terrorista denunciada ayer por Estados Unidos para asesinar al embajador saudí en Washington, Adel Al Jubeir, y atentar contra la Embajada israelí en este país. «Rechazamos categóricamente esas acusaciones infundadas», aseguró a Efe el encargado de prensa de la representación diplomática iraní ante Naciones Unidas, Alireza Miryousefi, quien evitó elaborar más la respuesta oficial.
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