Londres- Neymar reflexiona sobre el partido que jugará hoy ante México. «Representamos a todos los cracks que no pudieron ganar el oro», dice el jugador del Santos. El fútbol es Brasil, pero el fútbol olímpico se resiste a los pentacampeones del mundo. Allí fracasó Dunga en Los Ángeles'84 (plata tras caer con Francia); Romario, pese a su gran papel, en Seúl 1988 (perdieron 2-1 con la URSS) o Bebeto, Ronaldo, Rivaldo y Roberto Carlos, todos juntos, un equipazo, en Atlanta'96. Sólo pudieron llegar al bronce. En dos de esas citas Neymar ni había nacido. La de Atlanta le cogió con apenas cuatro años.

«Esta selección es una mierda», había dicho Romario antes de que la olímpica partiera hacia Londres. Su camino no ha sido fácil, pero ya está sólo a un paso de ganar lo que él no logró. Los últimos obstáculos son México y la presión, aunque Neymar sabe bien lo que es eso. La soporta desde que era un niño. Está ante la posibilidad de lograr su primer gran título y de mejorar un caché que ya está por las nubes.

El Brasil de ahora es posiblemente el que se vea en el Mundial en el que actúa como local dentro de dos años. Neymar no está ni mucho menos solo. Está bien rodeado de jugadores como el madridista Marcelo, Hulk o Leandro Damiao, máximo goleador del torneo con seis tantos. Sigue los pasos de Romario y Bebeto, que fueron «pichichis», aunque sin premio final. En los cuartos y en las semifinales ha anotado dos tantos en cada encuentro.

La sede del partido también es de leyenda: Wembley. «Jugaré donde Pelé no pudo hacerlo», dijo Neymar. Su nombre siempre sale ligado a Pelé, Ronaldo... A los mitos. Es una estrella sin serlo todavía. Ganar el oro olímpico puede ser el primer paso.

Brasil: Gabriel; Rafael, Thiago Silva, Juan, Marcelo; Rómulo, Sandro, Alex Sandro; Oscar, Neymar y Damiao.
México: Corona; Israel Jiménez, Mier, Reyes, Chávez; Aquino, Salcido, Enríquez, Raúl Jiménez; Fabián y Peralta.
Árbitro: M. Clattenburg (Gbr).
Estadio: Wembley (16:00, TVE1)