En su segunda entrega, el pasado lunes, superó los cuatro millones de espectadores, liderando la franja de máxima audiencia, por delante de otra de las novedades más esperadas del año, «14 de abril. La República», de TVE. Después de una década encarnando a «Charlie» en «El Comisario», Juan José Artero vuelve a televisión para ponerse en la piel de un «lobo de mar», interpretando a Ricardo Montero, el capitán de «El Barco», un hombre que tiene que afrontar una enorme responsabilidad: mantener sanos y salvos a los últimos seres humanos del mundo.

–¿Qué pensó cuando le ofrecieron el personaje de Ricardo Montero?
– De pequeño me encantaba Julio Verne, así que cuando leí el guión me enamoré del personaje y me «enganché». Era como si volviera a ser un niño.

–¿Se ha inspirado en algún personaje de película de catástrofes?
–La verdad es que no. Me he inspirado en mí mismo, reflexionando mucho sobre lo que pasaría si realmente ocurriese un desastre así.

–¿Ha recibido alguna preparación especial para poner en la piel de un marino?
–Hemos tenido muchas charlas sobre el vocabulario que se emplea en el mar y en los barcos. Pero de quien realmente hemos aprendido es del capitán de la goleta real, que nos ha ayudado mucho.

–¿Hay algo de Ricardo Montero en Juanjo Artero?
–Sobre todo, la sensación de pasar mucho tiempo alejado de la familia. Al igual que Ricardo, que siempre está en el mar, yo me he perdido muchas cosas de la vida de mis hijos por el trabajo.

–¿Encontrará el capitán el amor en el barco?
–La verdad es que hemos rodado ocho capítulos y todavía no me he comido un rosco.

–¿Qué haría si se avecinase el fin del mundo?
–Me rodearía de mis seres queridos. Haría como hizo la gente que estaba en las Torres Gemelas el 11-S, despedirme con mucho cariño, dejando a un lado el odio y el rencor.
–¿Le gusta el mar?
– Sí, pero le tengo mucho respeto.

–¿Se ha mareado en el rodaje?
–No. Ni siquiera me ha hecho falta tomar Biodramina.

–Ha interpretado a un policía, y ahora a un capitán de barco, ¿a quién le gustaría encarnar después?
–(Risas). A un enfermo, que no tenga ni que andar ni correr. Si alguien se rompe algo, siempre me toca a mí.

–¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?
–No tengo tiempo libre. Así que sobre todo, duermo. Me gustaría pasar 20 días en un lugar rodeado de pinos.

–¿Le molesta que le sigan recordando por el personaje de Javi de «Verano Azul»?
–Es normal. No lo veo mal. Ya no la reponen, pero creo que hay un anuncio con su sintonía. Supongo que nunca me voy a librar de esa musiquita.