Galicia
Voto responsable
Las especiales circunstancias económicas que vive España multiplican la importancia de las elecciones autonómicas de Galicia y del País Vasco, de modo que los resultados no sólo interesan a sus respectivos votantes, sino también a todos los españoles. Por varias razones. En primer lugar, porque la recuperación de la economía pasa necesariamente por una buena gestión en ambas comunidades, que sea responsable con el objetivo de déficit y que esté dispuesta a cooperar eficazmente con el Gobierno de la nación. Gane quien gane, será tarea primordial de los nuevos gobernantes aprobar unos presupuestos para 2013 realistas y rigurosos, sin frivolidades ni demagogias porque el bienestar de gallegos y vascos está unido al del resto de los españoles, y por tanto es imprescindible trabajar con lealtad y coordinación. Precisamente una de las razones por las que Galicia está sorteando con más acierto que otras regiones los embates de la crisis es por su buen entendimiento con la Administración del Estado. Mérito que debe atribuirse al presidente Nuñez Feijóo, cuya excelente gestión ha rescatado a Galicia de la postración en la que había caído tras cuatro años de gobierno de socialistas y nacionalistas. La comunidad gallega es de las muy pocas que no necesitará pedir ayuda financiera a Madrid y sus indicadores económicos la sitúan por encima de la media nacional, tanto en crecimiento como en servicios. Arropado por un partido cohesionado y por un equipo gestor sólido, competente y profesional, Núñez Feijóo ha puesto en práctica políticas eficientes de desarrollo y ha realizado reformas para erradicar el despilfarro. En suma, se ha revelado como un gobernante serio, dialogante, digno de confianza e implacable con la corrupción. No puede decirse lo mismo de otros partidos gallegos, cuyos dirigentes se debaten entre la gresca interna y el banquillo de los acusados. Lo que está en juego en Galicia, por tanto, es el espaldarazo democrático a unos principios políticos de gobierno que tan buenos resultados están dando y que son sustancialmente los mismos que Rajoy ha puesto en marcha para toda España desde hace diez meses. En cuanto al País Vasco, si bien los desafíos económicos son idénticos, el componente soberanista hace que los comicios del domingo adquieran perfiles propios, centrados en la pugna por la supremacía del voto nacionalista entre PNV y Bildu. De ahí el acierto y el coraje del candidato del PP, Antonio Basagoiti, al advertir que estas elecciones tienen trascendencia para toda España. Es una lástima que el PSOE de Rubalcaba y López no haya abundado en esta línea constitucional. Su ambigüedad y medias tintas pasarán a los socialistas una factura muy gravosa, tanto que puede adquirir dimensiones de catástrofe en Galicia y el País Vasco.
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