Cataluña
López dice ahora tras su «coqueteo» con la consulta que sería «el peor negocio»
Los socialistas vascos se han convertido en los «fantasmas» de la campaña electoral: los partidos apenas les nombran
BILBAO- El PSE ha sido el «fantasma» de la campaña electoral vasca, del que ningún otro partido hablaba en los mítines hasta que, a sólo tres días del final, se le ha ocurrido defender el referéndum tal como lo entiende el PNV, como fruto de un acuerdo. La voltereta de la consejera de Justicia e Interior del Gobierno vasco, Idoia Mendía, ha metido a los socialistas en los mítines del PP, en los que Antonio Basagoiti les había ignorado hasta el punto de afirmar que en las elecciones vascas sólo hay dos opciones: «La independencia que defiende el PNV o el proyecto tranquilo del PP».
El PNV ni siquiera ha reaccionado al inesperado giro de los socialistas, que se habían pasado la campaña criticando los recortes del Gobierno de Mariano Rajoy. Iñigo Urkullu siguió ayer sin nombrar en sus discursos al partido a cuyo candidato a lendakari aspira a relevar en Ajuria Enea. No se molesta en citar al PSE ni cuando dice que el actual Gobierno vasco ha multiplicado por diez la deuda que dejaron los nacionalistas. Urkullu reparte sus críticas entre el PP y Bildu, como si no mereciera la pena hablar de un partido que ha caído en picado en las encuestas y que sólo parece contar de cara al futuro del País Vasco como hipotético aliado intercambiable de un Gobierno del PNV.
Ni siquiera los proetarras hablan del PSE en sus mítines electorales. Laura Mintegui sólo ve un enemigo a batir: Iñigo Urkullu. Nacionalistas contra nacionalistas, luchando por el voto indeciso entre los pragmáticos y quienes han apoyado el uso de la fuerza para conseguir sus objetivos políticos. Da igual que los socialistas hayan ayudado a los proetarras a volver a las instituciones o que hayan colaborado con el PNV en mantenerles en las instituciones guipuzcoanas. Fuera del Gobierno de España, el PSOE ya no puede serles útiles, y tampoco les disputan espacio electoral en el País Vasco, a pesar de los escarceos de Idoia Mendía con los referéndums. No cuentan para EH-Bildu.
Tal vez por eso los socialistas se han movido, aunque tampoco puede decirse que se hayan definido, porque ayer Patxi López decía que «la independencia sería el peor negocio para Euskadi».
El amago de la portavoz del Gobierno vasco provocó que Antonio Basagoiti mencionara finalmente a los socialistas vascos en la campaña, acusándoles de «animar» a los independentistas al haber «elogiado» el procedimiento utilizado en Escocia para convocar un referéndum. En un acto electoral en la localidad de Portugalete, Basagoiti dijo que «los socialistas no son una opción fiable, ni en Cataluña ni en Euskadi, porque no garantizan una respuesta al desafío soberanista que encarnan el PNV y EH Bildu».
Y es que López trató ayer de arreglar ese coqueteo con el referéndum. No sólo dijo que sería «el peor negocio», sino que añadió que estaría «en contra» porque «fractura» a la sociedad vasca, «rompe el país» y agrava «todos los problemas, incluso los económicos».
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