Elecciones municipales
Trias quiere convertir la Mercè en otra Diada contra el fallo del TSJC
Desde 2006, cuando la escritora Elvira Lindo fue abucheada por leer el pregón en castellano, las fiestas de la Mercè habían huido de la brega política. En 2007, la oceanógrafa Josefina Castellví volvió a los pregones de las vivencias personales y, un año después, el galáctico Jaume Sisa aprovechó que tenía al alcalde de Barcelona delante para denunciar el incivismo de la ciudad.
No fue hasta el año pasado, que el poeta Joan Margarit, en medio de la tormenta que se desató tras la sentencia del Constitucional contra el Estatut, recuperó el pregón de corte político. Tras abrazar tesis soberanistas proclamó que «lo único que puede unirnos a todos es una Cataluña en catalán», un alegato de extrema actualidad.
A la espera de escuchar qué dirá el pregonero de este año, el periodista Joaquim Maria Puyal, el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, se ha asegurado unas fiestas reivindicativas tras aceptar que el 23 de septiembre, la víspera de la Mercè, se celebre un pleno extraordinario en apoyo de la inmersión lingüística.
Pleno extraordinario
Después de que el pasado lunes, la Junta de Portavoces aprobara, con la oposición del PP, una moción del partido de Jordi Portabella, UxB, para celebrar un pleno en contra de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), ayer el gobierno de Trias optó el 23 de septiembre.
Portabella era un firme defensor de que el pleno extraordinario se celebrara durante las fiestas de la Mercè, que empiezan el 22 y acaban el 25 de septiembre, por su simbolismo.
El PP, en cambio, rechazó y rechaza que el Ayuntamiento celebre un pleno extraordinario para protestar contra una sentencia del TSJC. La portavoz del grupo municipal popular, Àngels Esteller, alegó que no tiene sentido porque las sentencias deben cumplirse y volvió a defender una educación trilingüe en catalán, castellano e inglés a tercios iguales.
Los cuatro grupos que apoyaron la celebración del pleno extraordinario –CiU, PSC, ICV y UxB– negocian ahora un texto consensuado en defensa del modelo de inmersión lingüística a partir de la moción que presentó Portabella. Fuentes de UxB explicaron a Europa Press que habría puntos de la moción en los que habría desacuerdo como apoyar a los miembros de la comunidad educativa que pretendan desacatar la sentencia.
El PSC sería el grupo que podría ser reacio a aceptar este punto, porque CiU, a través de una declaración que leyó Trias, garantizó que el Consorcio de Educación de Barcelona –la administración educativa de la ciudad que integran la Generalitat y el Ayuntamiento–mantendrá el sistema lingüístico del conjunto de las escuelas de la ciudad. El alcalde avisó entonces y durante la Diada de que no permitirá cambios en el sistema educativo actual.
La moción de UxB también rechaza la sentencia del TSJC en favor del bilungüismo y alerta del peligro para la cohesión social integrar el castellano como lengua vehicular.