Solución salomónica: mitad lema mitad «senyera»

Barcelona- Suerte tuvo ayer José Montilla de que a última hora de la tarde un grupo de intelectuales catalanes apoyara su propuesta de que la «senyera» y no una pancarta con el lema «Tenemos derecho a decidir. Somos una nación» abra la manifestación del sábado contra la sentencia del Constitucional sobre el Estatut. Porque hasta ese momento, nadie, ni si quiera su socio más fiel en el Gobierno tripartito, ICV, aplaudió su iniciativa. El presidente de la Generalitat de Cataluña se salió del guión escrito por Òmnium Cultural, los organizadores de la marcha, para proponer un cambio, que la cabecera de la protesta fuera encabezada por la «senyera». Montilla defiende que «no hay ninguna pancarta que pueda acoger más sentimientos de unidad que la bandera de nuestro país». Pero su argumento no convenció a casi nadie.Òmnium Cultural, pese a que entre 2004 y 2008 recibió hasta 7,8 millones de subvenciones del Govern, en un primer momento, desestimó la propuesta del president. Aunque están dispuestos a dar su brazo a torcer para evitar la baja de Montilla. Aceptan una cabecera mitad lema, mitad «senyera». CiU, ERC e ICV, que prefieren el lema actual, estarían de acuerdo en aras de la unidad. En nombre de CiU, Felip Puig admitió que se sienten «muy cómodos» con el lema consensuado por Òmnium, representantes de partidos políticos y de diversas entidades «hace tiempo», pero no por eso cerró las puertas a un cambio. Aunque es partidario de que la cabecera sea la que se ha decidido, respeta que Montilla se sienta más cómodo tras una bandera de mayor neutralidad como la «senyera». Y como CiU no quiere «discrepancias», porque lo que toca es «defender la dignidad del país», se adaptará a la decisión de los organizadores. Desde ERC, Joan Ridao, que dijo que Carme Chacón es «una alienígena en la política catalana», tachó de «absurda» la polémica por la cabecera. Igual que CiU e ICV avanzaron que si Montilla se sale con la suya marcharán tras la «senyera». Personalidades de la cultura como Isabel Coixet o Antoni Tàpies echaron un capote al president y reivindican una manifestación «plural» que tenga la «senyera» como «símbolo nacional». Mientras la unidad catalana «está en juego», tal y como denuncia el PP, los ayuntamientos siguen aprobando mociones contra el TC. Port de la Selva (Gerona) fue más allá y se declaró moralmente excluido del ámbito de la Constitución.