Clausura a todo ritmo

Londres- Si David Beckham fue una de las estrellas de la ceremonia de apertura de los Juegos –con permiso de la reina Isabel II, que dejó a todo el estadio boquiabierto cuando se tiró en paracaídas junto a James Bond– su esposa, Victoria, tendrá un papel destacado en la función que hoy clausura los Juegos. La cantante, metida ahora a diseñadora, actuará junto al resto de componentes de las Spice Girls, subida en el techo de uno de los míticos taxis negros de la capital británica.
El espectáculo de Danny Boyle estuvo marcado por el repaso a la historia de las islas, empezando por la revolución industrial y terminando por Harry Potter. Pero el presidente del comité organizador, Lord Coe, señaló ayer que el show de esta noche, bautizado como Sinfonía de la música británica, será algo «mucho menos profundo». «No va a tener tanto mensaje. Se trata básicamente de hacer una fiesta homenajeando a nuestros músicos. Será divertido» prometió.
Aunque los organizadores no han querido desvelar muchos datos de los artistas invitados, se da casi por hecho que entre los que se suban al escenario estarán el grupo Muse y George Michael, que actuará por primera vez después de su grave enfermedad.
El discurso del presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge, dará paso a un vídeo de los momentos más emotivos de los Juegos. Debido a que las pruebas de atletismo tuvieron lugar hasta ayer mismo, se dispondrá tan sólo de 16 horas para transformar el Estadio Olímpico en una gran maqueta en la que estarán representadas las réplicas de los monumentos de Londres, incluyendo el Tower Bridge.
Y como broche de oro, llegará la samba, porque Londres tiene que dar el testigo a Río y el comité organizador de Brasil ha prometido que los ocho minutos que les han concedido estarán llenos de «alegría y pasión». Como estrella invitada, estará Renato Sorriso, un barrendero del Sambódromo en el que las escuelas de la ciudad organizan sus exhibiciones.