Sevilla
El PP saca a escena la «golfería» de los ERE en la Convención nacional de Málaga
Málaga- Andalucía vuelve a estar en el centro de la escena nacional del PP. La Convención que se celebró en enero en Sevilla encendió la mecha programática de las municipales y ayer, a mes y medio para el 20 de noviembre, comenzaron en Málaga a desplegarse –con más trazo grueso que medidas concretas– los raíles del programa de las elecciones generales, anclado en la salida posible de la crisis y en el espejo económico del 96. No es casualidad. La comunidad andaluza puede tener la llave de la mayoría absoluta de Rajoy que marcan las encuestas si se consigue el larguero marcado: un aumento de catorce escaños que pondría a Javier Arenas en la antesala de una más que posible victoria en las elecciones autonómicas del próximo año. Sería el segundo aviso a navegantes, después de que los populares andaluces aventajaran por primera vez en la historia al PSOE en casi 200.000 votos en los comicios municipales.
Por Málaga desfilarán en estos tres días los principales cuadros del partido. La espita la abrió ayer José María Aznar, que se mostró convencido de que Javier Arenas será el próximo presidente de la Junta. El mismo guiño lo repitieron la secretaria de Organización, Ana Mato, y los principales dirigentes andaluces que estrenaron la Convención: el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, el presidente del PP malagueño, Elías Bendodo, y el secretario general del PP andaluz, Antonio Sanz. «Hemos abierto la puerta del cambio y ahora hay que dar un paso más, que Andalucía arranque el motor del cambio en España», aseguró en su intervención el «número dos» del PP andaluz, que no dejó pasar la oportunidad de sacar galones electorales delante de los máximos dirigentes de su formación: «El PP ya gobierna en 22 de las 25 ciudades más importantes de la comunidad». Antes, por la mañana, en la inauguración de la Convención, Arenas señaló que «Málaga y Andalucía se conviertan en las capitales de España del cambio».
En el escaparate nacional, los principales mensajes con los que el PP andaluz ha conseguido abrir vías de agua en el PSOE y en el Ejecutivo de Griñán. Sanz, como era previsible, no se olvidó de la trama de los ERE. «En este escándalo están manchados hasta las cejas más de diez consejeros y ex consejeros, incluidos Chaves y Griñán». «Golfería sin escrúpulos» deslizó Sanz, que aludió a la compra de medios de comunicación con dinero del fondo de reptiles, a la condonación de préstamos, a las subvenciones a ayuntamientos del PSOE que el PP ha puesto en conocimiento del juzgado que instruye el caso.
«Los socialistas mienten con los recortes como han mentido con la crisis», añadió Sanz, que reprodujo algunos de los datos con los que su partido ha puesto al PSOE en el disparadero de la poda de los servicios sociales, uno de los puntos de ataque sobre los que está pivotando la precampaña electoral. «En Andalucía no hay gobierno, hay un Gobierno que sólo hace oposición a los alcaldes del PP y al futuro Gobierno de Rajoy», abundó Sanz, aludiendo a medidas como la ley que impedirá que los regidores puedan ser diputados en la Cámara regional. No se esperaban medidas económicas concretas. Por eso no fue sorpresa. La banda sonora con la que arrancó la Convención estuvo en boca de alguno de los que serán cabeza de lista al Congreso por Andalucía como la portavoz adjunta en la Cámara Baja, Fátima Báñez, la diputada Celia Villalobos o el coordinador de Economía del PP, Cristóbal Montoro. Los tres participaron en la mesa de «Estabilidad y Reformas para el Empleo», que adoptó un formato próximo al de una tertulia televisiva. La banda sonora no es nueva. Es la del «círculo virtuoso» de la economía activada con la bajada de impuestos, los 10 puntos en los que bajó la tasa de paro Aznar, el «milagro económico» del 96, las reformas frustradas de Zapatero que han generado casi cinco millones de parados o la necesidad de una reforma laboral flexible.
Pedro Rodríguez suena como senador por Huelva
En las convenciones no suelen abundar las propuestas, pero sí los rumores. La lista de los cabeza de cartel al Congreso por Andalucía ya está cerrada. Sin embargo, sigue abierta la del Senado. Por segura se da la incorporación de gran parte de los 17 alcaldes que no podrán volver a ser diputados en la Cámara autonómica cuando se apruebe la ley de incompatibilidad que apoyan PSOE e IU. El miércoles saltó la confirmación del regidor de la capital jiennense, José Enrique Fernández de Moya, que irá encabezando la lista de Jaén a la Cámara Alta. Fernández de Moya, que asistió a la Convención, acogía la designación oficiosa en términos kilométricos: «Casi el mismo camino hay de Jaén a Sevilla que a Madrid». Para el Senado, también suena el nombre del alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, por la provincia onubense, y el del alcalde de Tomares, José Luis Sanz, por Sevilla. Ahora mismo el PP tiene un senador en cada provincia y tres por Almería. El PSOE 22. En la hoja de ruta está la posibilidad de subir a tres en las cinco provincias en las que el PP consiguió las diputaciones en las últimas elecciones municipales: Almería, Granada, Málaga, Cádiz y Córdoba. El resto está en el aire. Sólo hay que hacer la cuenta para comprobar que la mayoría de los alcaldes del PP desalojados del Parlamento andaluz podrían tener sitio en las Cortes.
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