Darwin el más rico del cementerio

Hombre rico, hombre pobre. Ése podría ser el final de la historia de personajes como Charles Darwin y Karl Marx, el punto final de su historia en vida, en las antípodas uno y otro a la hora de redactar sus testamentos. Y es que el primero (padre de la teoría de la evolución de las especies) se fue a la tumba como un señor y dejó un suculento legado a sus herederos, que a buen seguro se frotaron las manos al recibir un capital de 146.911 libras del año 1882, equivalente hoy a más de 15,5 millones de euros, toda una fortuna para aquellos tiempos y para estos. Por el contrario, Karl Marx, el anticapitalista con mayúsculas y autor del «Manifiesto comunista» legó a su hija apenas 250 libras de las de 1883, lo que hoy supondría poco menos de 28.000 euros. Eleanor, la pequeña de sus vástagos, no se hizo rica con el legado de papá Marx .Estos datos forman parte de las más de seis millones de herencias que se hicieron públicas ayer y que forman parte del Calendario nacional de sucesiones de Inglaterra y Gales, una base de datos disponible en línea a través del sitio web de pago Ancestry.co.uk, que reúne voluntades testamentarias de entre los años 1861 y 1941. Por lo general los testamentos iban a parar a manos de los familiares, cosa distinta es que se decidiera favorecer a otra persona fuera del entorno familiar (léase amigos íntimos, compañeros de correrías, amantes).

Solo en un hotel de París
Cualquier usuario podrá rastrear su árbol genealógico y toparse, quién sabe, con una grata sorpresa. Para poder acceder a este web de pago es preciso registrarse y desembolsar 6,86 libras para poder bajarse 12 registros como máximo. Con mucha más pena que gloria murió Oscar Wilde. Solo, sin recursos y prácticamente desahuciado en una habitación de un hotel de París. Corría el año 1900 y la cuantía de su legado ascendía a poco más de 100 libras que fueron a parar a las manos de Robert Ross, amigo del escritor, escritor y marchante, que fue testigo del auge y la caída de un autor reconocido en su día que dio de bruces con el frío suelo tras ser aucusado en 1895 de sodomía.

¿Y Dickens? ¿Igualaron sus últimas voluntades las del riquísimo Darwin? La verdad es que su herencia fue prácticamente la mitad que la del padre de la teoría de la evolución. Al morir, en 1870, Dickens dejó sus propiedades valoradas en 80.000 libras, el equivalente a 8,3 millones de euros. La cuantía económica de Conan Doyle apenas llegó a los 4 millones, mientras que lo que dejó a sus descendientes el padre de Alicia, Lewis Carroll, sobrepasó los 538.000 euros. Han visto la luz también las poco jugosas herencias de Ernest Shackleton, que perdió parte de su fortuna con malas inversiones y murió en 1922 con un patrimonio de apenas 24.000 euros y Chamberlain, primer ministro del Reino Unido entre 1937 y 1940, que dejó a sus descendientes una herencia valorada en 4,78 millones de euros.

Están disponibles a partir de hoy en Ancestry.co.uk, n