Nueva York
La ofensiva del Tea Party obliga a Obama a una defensa desesperada
La «pretemporada» republicana ha pillado a Barack Obama en fuera de juego. Tanto que hoy mismo emprenderá una gira por Minessota, Illinois y Iowa –sede del exitoso campus republicano– para contrarrestar la ventaja mediática que han tomado los conservadores.
Con los peores índices de popularidad de todo su mandato (el 54% de los estadounidenses desaprueba su trabajo frente al 44% que le apoya, según el últimos sondeo de Gallup) y a menos de quince meses de las presidenciales, el inquilino de la Casa Blanca intenta recuperar el terreno perdido y reanimar a sus desangeladas huestes antes de que la oposición se salga con la suya y le deje como un presidente «de una sola legislatura».
Y es que el «straw poll» de Iowa ha empezado a dejar ya unas cuantas cosas claras. Primero, que el discurso del Tea Party va a polarizar la campaña electoral, desde las primarias republicanas a las propias presidenciales del próximo mes de noviembre. Y segundo, que la controvertida Michele Bachmann será una dura contendiente en la batalla por la nominación republicana, en la que, probablemente, tendrá enfrente al no menos radical gobernador de Texas, Rick Perry. Ambos defienden un programa muy parecido: menos impuestos, menos gasto social y menos gobierno federal. Será cuestión de matices y de empatía con el votante, que se imponga uno u otro, si finalmente se juegan entre ellos la nominación. Porque ninguno de los otros candidatos, salvo el ex gobernador de Minnesota, Tim Pawlenty, ha tirado la toalla.
Dejando a un lado que todavía queda mucho tiempo hasta que se dé el pistoletazo de salida a las primarias de enero y que entre tanto pueden pasar muchas cosas, el aparato de campaña republicano ya se ha puesto en marcha. De momento, las encuestas «serias» colocan a Mitt Romney, el ex gobernador de Massachusetts, en cabeza, sin contar con el resultado de Iowa.
Pero Perry y Bachmann le siguen muy de cerca. Y habrá que ver si esa distancia se recorta por efecto del «straw poll» –que la congresista de Minnesota ganó por 200 votos– y de la intervención de Perry, el sabado, en Carolina del Sur. Los republicanos ya afilan sus armas para su ansiado asalto a la Casa Blanca. Obama, que ayer admitió que «nos va a costar algún tiempo» salir de la crisis, prepara una defensa cada vez más desesperada.
Palin: «Queda tiempo»
Sarah Palin no desvela aún su futuro político. La ex gobernadora de Alaska y ex candidata a la vicepresidencia de EE UU se dejó ver este fin de semana en la fiesta republicana de Iowa y no eludió a las cámaras. Pero no desveló todavía sus intenciones respecto a una posible vuelta a la arena electoral. Para los analistas, la presencia de Palin en Iowa, no obstante, demuestra su interés por mantener su influencia pública. «Todavía queda mucho tiempo para entrar en la carrera electoral», dijo la política republicana más conocida del país.
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