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La «muerte digna» nueva prioridad del Gobierno

El Ejecutivo no sólo anunció ayer por sorpresa la aprobación de la Ley sobre Cuidados Paliativos y Muerte Digna el próximo mes de marzo, sino que la incluyó en un «programa prioritario» de su acción de Gobierno de aquí a los comicios generales de 2012.

Al término del Consejo de Ministros, el vicepresidente primero del Ejecutivo justificó este calendario, avanzado en parte un día antes por el presidente en el pleno del Congreso de los Diputados, por la necesidad de fomentar la creación de empleo para facilitar una salida más rápida de España del túnel.

Precisamente, en el mismo se encuadra esta ley destinada a regular una muerte digna para los enfermos terminales. En principio, esta norma, que el Gobierno remitirá a las Cortes Generales dos meses antes de las elecciones municipales y autonómicas, estaba aparcada desde hacía tiempo.

El nuevo portavoz de Zapatero realizó ayer un esfuerzo explicativo por dejar claro que esta ley no servirá de percha legal para el desarrollo de la eutanasia. Se trata de regular, según su relato, los derechos de los pacientes, de los familiares de los mismos y del personal sanitario para permitir que las personas desahuciadas clínicamente puedan morir «sin dolor y con dignidad». Es más, Alfredo Pérez Rubalcaba confesó conocer bien esta situación y, por ende, saber de lo que estaba hablando. «La he vivido personalmente», aseguró. Por eso mostró su satisfacción por que ahora se regule en España, como ya se ha hecho en el resto de Europa. Como botón de muestra, apuntó a la normativa de Francia, país que «tiene una excelente regulación» en esta materia.

Rechazo profesional

Sin embargo, y pese a las aclaraciones del vicepresidente, el anuncio fue acogido ayer con recelo entre los profesionales. El presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Juan José Rodríguez Sendín, explicó a este periódico que «la profesión no es favorable, ni mucho menos, a la eutanasia. Y si no es eso lo que van a regular, no sé qué será, porque ya hay suficiente regulación». A su juicio, «lo que hay que hacer es eliminar las grandes diferencias autonómicas en cuidados paliativos. Si con la norma te aseguran que todos los pacientes van a tener una habitación individual y los familiares van a estar bien atendidos, pues muy bien, pero no sé si será eso», apuntó. Por su parte, el presidente de los colegios de enfermería, Máximo González Jurado, señaló como positiva una norma para que se respeten los deseos del paciente. Pero apuntó la necesidad de respetar «la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios como derecho».

Los reparos son similares a los que plantearon los profesionales en marzo de este año, cuando se aprobó la Ley de Muerte Digna de Andalucía. La comunidad se adelantó un año a los planes del Gobierno y, pese a las intenciones de Sanidad, que pretendía una norma común, sacó adelante una ley que, previsiblemente, calcará el Ejecutivo. Entre sus novedades estaban las sanciones para los médicos que practicaran el encarnizamiento terapéutico, algo que los facultativos consideraron una agresión, pues ningún buen profesionales caería en estas prácticas. La norma tampoco permite la objeción de conciencia. Mientras los sanitarios se sienten atacados, los grupos católicos temen que la norma sirva para legalizar «por la puerta de atrás» la eutanasia. Así lo expresó ayer la portavoz de Derecho a Vivir, Gádor Joya, quien además, calificó la norma como «absolutamente innecesaria», pues en la actualidad los profesionales sanitarios ya hacen todo lo posible para que los enfermos terminales mueran de forma digna.

El presidente del Foro Español de la Familia, Benigno Blanco, fue aún más categórico y anunció «tolerancia cero» contra una normativa que, a su juicio «autoriza a un médico a matar».


Pasos previos en Europa
1984: La Corte Suprema holandesa sentenció que la eutanasia no sería penalizada siempre que la decisión viniera del propio paciente. En el año 2002 se aprobó una ley.
2002: Bélgica fue el segundo país que despenalizó la eutanasia, en el 2002, mientras que Luxemburgo estableció en 2008 una ley para legalizar la eutanasia y el suicidio asistido.
2005: Los diputados franceses aprueban una ley que regula la eutanasia pasiva. Una ley en la que se va a inspirar el Gobierno de Zapatero para su ley de la muerte digna.
Marzo de 2007: Muere Inmaculada Echevarría por decisión propia tras llevar diez años ingresada en el hospital y conectada a un respirador. Su caso inspiró la ley andaluza de Muerte Digna.
Enero de 2009: Fallece Eluana Englaro. La joven sufrió un accidente en 1992 que la dejó neuro-vegetativa. Su padre consiguió que un Tribunal de Milán le diera permiso para dejarla morir.
Marzo de 2010: El Parlamento andaluz aprobó la primera ley de muerte digna en España. Esta ley permite a los pacientes rechazar un tratamiento que prolongue su vida de forma artificial.
Marzo de 2011: El Ejecutivo tiene previsto aprobar la ley que regulará los cuidados paliativos y la muerte digna, similar a la andaluza. Rubalcaba asegura que no tiene nada que ver con la eutanasia.