Nueva York
Obama preparado para regularizar a 11 millones de «sin papeles»
El presidente de EEUU, Barack Obama, afirmó hoy que es necesario un sistema de inmigración que "refleje nuestros valores como un Estado de derecho y un país de inmigrantes".
Obama pronunció un discurso para defender la necesidad de una reforma migratoria exhaustiva en la Facultad de Diplomacia de la Universidad Americana en Washington ante una audiencia de unas 250 personas.
En su alocución, de media hora, el presidente estadounidense dijo que la reforma del sistema de inmigración es un asunto "emocional" que se presta a la demagogia y que se ha usado para dividir y enardecer a la gente.
No obstante, expresó su convencimiento de que es posible "dejar la política a un lado"y que los partidos, tanto el Demócrata como el Republicano, se unan para aprobar un sistema que "rinda cuentas".
La mayoría de los estadounidenses y de los legisladores demócratas, afirmó, "están preparados"para una reforma que incluya una vía para la regularización de los casi once millones de indocumentados que se calcula residen en EEUU, multas para los empresarios que contraten a inmigrantes y que refuerce la seguridad en la frontera.
Para sacarla adelante, agregó, son necesarios los votos de la oposición republicana pues sólo con los 58 demócratas en el Senado no hay "síes"suficientes para garantizar que la medida sale adelante, algo para lo que hacen falta 60 escaños.
"Sin el apoyo republicano no podremos resolver este problema, ésta es la realidad política y matemática", admitió, tras recordar que en intentos previos de acometer la reforma sí se contó con el apoyo de legisladores de ese partido.
El presidente estadounidense reconoció que el actual sistema ha fracasado y, como resultado, muchos ciudadanos se encuentran frustrados por la situación. Eso, apuntó, ha dado lugar a iniciativas como la ley de inmigración de Arizona, que convierte en delito ser inmigrante indocumentado y que el presidente estadounidense ha criticado como "mal concebida"y que puede dar pie a la discriminación contra los hispanos.
Leyes como la SB1070 de Arizona "ponen una enorme presión contra las fuerzas del orden locales que se ven obligadas a hacer cumplir leyes de cumplimiento imposible", sostuvo el presidente estadounidense.
Entre los presentes en la Universidad Americana, el primer gran discurso del presidente sobre inmigración en su mandato, estaba el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, representantes del "caucus"hispano en el Congreso como la representante Nydia Velázquez o el jefe de Policía de la ciudad de Phoenix, en Arizona, Jack Harris.
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