Cómo limpiar la campana extractora de la cocina y cada cuánto hacerlo

La campana extractora es un componente vital en la cocina, encargado de eliminar humos, olores y grasa que se generan durante la cocción de alimentos. Sin embargo, su eficacia puede disminuir si no se limpia adecuadamente y con la frecuencia necesaria.

Esta debe realizarse al menos cada tres meses en condiciones normales de uso. No obstante, en hogares donde se cocina con frecuencia o se realizan frituras, es recomendable realizar esta tarea con mayor regularidad, aproximadamente cada mes o mes y medio.

El proceso de limpieza incluye varias etapas clave. En primer lugar, se debe desconectar la alimentación eléctrica de la campana para evitar accidentes. Posteriormente, se retiran los filtros y se sumergen en agua caliente con detergente, dejándolos en remojo durante unos minutos para eliminar la acumulación de grasa. Mientras tanto, se limpia el exterior de la campana con un paño humedecido en una solución de agua y vinagre, especialmente en las áreas propensas a acumular suciedad.

Una vez que los filtros se han remojado lo suficiente, se enjuagan con agua limpia y se dejan secar completamente antes de volver a colocarlos en su lugar. Es importante prestar atención a cualquier indicio de desgaste en los filtros y reemplazarlos si es necesario para mantener la eficiencia de la campana extractora.

También hay que destacar la importancia de limpiar regularmente el conducto de ventilación que conecta la campana con el exterior, ya que puede acumular grasa y obstruirse con el tiempo, reduciendo así la eficacia del sistema de extracción de humos.

En definitiva, mantener limpia la campana extractora de la cocina es fundamental para garantizar un ambiente seguro y saludable en el hogar. Siguiendo estos consejos y realizando la limpieza con la frecuencia adecuada, se puede prolongar la vida útil de este importante electrodoméstico y asegurar un rendimiento óptimo en la eliminación de humos y olores durante la preparación de alimentos.