Entrevista

Santina Biondo: "O van a la cárcel o se mueren"

El documental sobre la muerte de Mario Biondo (Netflix) abre nuevas heridas sobre una pérdida sin resolver

Mario Biondo y Raquel Sánchez Silva
Mario Biondo y Raquel Sánchez SilvaCartel de Netflix

Son palabras de Santina en 'Las últimas horas de Mario Biondo', la serie documental de Netflix donde, a lo largo de tres capítulos, se indaga lo ocurrido al cámara italiano en la madrugada del 30 de mayo de 2013. La investigación intenta poner luz a las incógnitas que rodean el caso diez años después de que el cámara apareciera muerto, suspendido en una estantería de la casa que compartía con Raquel Sánchez Silva. La serie, que cuenta con los testimonios de Pippo y Santina padres de Mario y los de Emanuela y Andrea, sus dos hermanos, ha nacido con polémica antes de su estreno, ayer jueves. Los Biondo denunciaron a la productora, tras prestar su testimonio a la serie, al enterarse que detrás de ella estaba Guillermo Gómez Sancha, exmanager de Raquel Sánchez Silva hasta 2022, y sus productoras Par Producciones y Manguera Films. Los Biondo se consideraron engañados hasta el punto que requirieron judicialmente a la productora para que no usaran su testimonio en el documental. Algo que finalmente no han conseguido.

Familia de Mario Biondo exige más investigación tras estreno en Netflix
Familia de Mario Biondo exige más investigación tras estreno en NetflixFamilia de Mario BiondoFamilia de Mario Biondo

A lo largo de tres capítulos la serie confirma las tesis del forense y policías españolas, avalando la causa de la muerte de Mario por autoasfixia, como consecuencia de un juego sexual. Nada que ver con las razones que esgrime la familia, que se sienten más convencidos que nunca de que «a mi hijo lo asesinaron», apunta Santina en la serie. A lo largo del documental se expone con crudeza el convencimiento de la familia Biondo de que Raquel tuvo algo que ver con su muerte. Su actitud «nos hizo pensar que ella tenía algo que ver», apuntaba Pippo. Otros miembros de la familia, como la hermana de Mario, Emanuela, van más lejos: «yo creo que fue ella». Los motivos de que Raquel estuviera implicada, según la familia, tienen que ver con las búsquedas de Mario hizo en su ordenador la noche de su muerte y que conducirían a un supuesto vídeo de contenido sexual que nunca llegó a encontrarse. Eso y la actitud nada «afligida» de Raquel tras la muerte de su hijo la convirtieron desde el primer momento en sospechosa para ellos. Durante las tres entregas, la serie trata de echar por tierra las pruebas que los Biondo presentaron ante las autoridades italianas para reabrir el caso y realizar hasta tres exhumaciones al cadáver de su hijo. Además, aporta un dato novedoso a la investigación: Mario contrato un seguro de vida telefónicamente el mismo día de su muerte, un seguro que nunca pudo ser cobrado al ser considerada la muerte como un suicidio.

La empresa tecnológica

El documental otra clave del caso: quién está detrás de Emme Team, la empresa tecnológica de EEUU cuyo informe de las conexiones wifi destapó la supuesta presencia de dos personas con Mario la noche de su muerte. Roberta Bruzzone, criminóloga forense italiana, relata en el documental cómo ella misma advirtió a la familia de quién se escondía tras la supuesta empresa. No era otro que Mirko Zeppelini, un italiano condenado por estafa en Italia y huido a EEUU con problemas psíquicos, que usaba dicha empresa para darse notoriedad en casos con repercusión mediática. Según Bruzzone, «un estafador en toda regla», cuyo modus operandi era ofrecerse para investigar casos sin resolver en los que Zeppelini repitía un mismo patrón: una supuesta conexión wifi que desencadenaba un complot fácil de creer para las familias. Según apunta Bruzzone, la familia se dejó engañar hasta que «se les fue de las manos».

Una foto de Mario Biondo sobre su féretro
Una foto de Mario Biondo sobre su féretro Gtres

El documental, además, hace un repaso en la década de investigaciones plagadas de contradicciones e informes policiales cruzados entre la policía española e italiana y que concluyeron en agosto de 2022 con el cierre «en falso» del caso. En la sentencia el juez de Palermo Nicola Aiello, justificaba el carpetazo reconociendo que existían indicios del homicidio. Las palabras de Santina Biondo en el cierre de documental suenan casi a sentencia: «Los jueces son humanos y pueden fallar, pero Dios no. Él hará que se sepa la verdad. O van a la cárcel o se mueren. Y yo iré a su funeral».