Cuestionada decisión

Carlo Costanzia toma una decisión en firme sobre su hijo, pero se la salta al minuto

Es una decisión en firme. Está muy hablada con Alejandra Rubio. No quiere cometer los errores en los que fallaron sus padres

Carlo Costanzia
Carlo Costanzia Da viernes

“Desde que pisó este plató por primera vez hace casi un año, su vida ha dado un vuelco de 180 grados. Nueva pareja, rumores de crisis constantes, problemas judiciales en la familia y un embarazo inesperado. 15 días después de haber sido papá, Carlo Costanzia, hijo de Mar Flores, se enfrenta a su primera entrevista en televisión”, comienzan a introducir en materia a la audiencia Santi Acosta y Bea Archidona, mientras el protagonista sale del coche de producción, recorre los pasillos y ocupa un lugar privilegiado en el centro del paltó de ‘De viernes’. Aún en la sombra, comienza a reproducirse un vídeo en la pantalla magna en el que se muestran imágenes de la infancia del novio de Alejandra Rubio. También de su madre hablando cuando era un bebé o de él diciendo que “me encantaría tener hijos, pero tener más de uno, sino un montón de ellos por ahí revolcándose”. Eso decía en una entrevista previa, en la que prometía ser un buen padre, porque no cometería los errores en los que sí fallaron sus padres. Ahora, con dos semanas de experiencia en la materia, se sienta a confesarse ante el público, además de su suegra, Terelu Campos, que le escucha a escasos metros en calidad de colaboradora.

Después de la correspondiente parada publicitaria, Carlo Costanzia ya ha podido cumplir al fin. Se ha tirado dos semanas guardando silencio al extremo, lo que levantó suspicacias por su extraña actitud. Ahora se entiende, había acordado una entrevista en exclusiva para romper su silencio, aunque siga defendiendo su intimidad ante los micrófonos callejeros. La primera pregunta llega a bocajarro nada más recibir al presentador: “Muy buenas noches, enhorabuena, ¿cómo va esa paternidad?”, a lo que el entrevistado responde que “muy bien, interesante, entretenida”. Curiosa definición, añadiendo después que no se imaginaba hacía un año estar en esa situación, cuando se sentó soltero a hablar de sus problemas de juveniles y ahora doce meses después se sienta a hablar de su hijo recién nacido, de una chica a la que conoció porque le defendía en los platós. No sabía quién era, ni que formaba parte del clan Campos. Del que ahora él también es miembro de pleno derecho. “Estoy feliz, vamos, lo más feliz que he estado en la vida”, sentencia antes de tomar asiento y dar comienzo con la entrevista.

De las primeras cuestiones que ha querido dejar claro es que no van a comercializar con su hijo. Tanto él como Alejandra Rubio están de acuerdo en mantener a su hijo alejado del papel cuché, aunque no tanto de sus entrevistas televisivas y del polémico documental que se traen entre manos. Aprovechando que tenía toda la atención puesta en él, quiso pedir a los reporteros, cámaras y paparazzi que no ejerzan su trabajo, pidiéndoles respeto a su intimidad cuando salgan a la calle con su hijo: “Que haya una cámara ya es un poco el día a día y no es nada que me sorprenda. Lo que sí vi es una cámara dentro del hospital y me gustó menos, porque eso hay que respetarlo”, aseguraba sobre el día que Alejandra estaba dando a luz y vio a un compañero de la prensa sobrepasar los límites.

Carlo Costanzia se mantiene firme cuando habla sobre el respeto que quiere que se le tenga a su hijo, algo que comparte con Alejandra Rubio: “Pretendemos mantenerlo en el anonimato hasta que él decida lo contrario. Es algo que teníamos muy claro desde el principio y es lo que vamos a hacer. Creo que más protector que yo, poco. Tenemos todo muy claro desde el principio. Sí que os puedo decir que nuestra decisión es firme”, sentencia. Dicho esto, comenzó a hablar del retoño y sus primeros días junto a él, que han sido 15 exactamente: “Me emocioné mucho y fue precioso. Ha sido mucho más bonito de lo que imaginaba”, define la paternidad con ilusión y lo que siente al ver a su hijo en sus brazos. “Es lo más bonito que me ha pasado en la vida. Hay que disfrutarlo momento a momento, que el tiempo vuela”, dice al pasar sus dos primeras semanas, aconsejado por sus allegados, entre ellos, las orgullosas abuelas, que están pudiendo ejercer como tales.