El Supremo rechaza la demanda del hombre que aseguraba ser hermano de Esther y Alicia Koplowitz

A Ramón Ignacio García García, el hombre que aseguraba ser hermano biológico de Esther y Alicia Koplowitz Romero de Juseu, poseedoras de la novena fortuna más grande de España según la revista "Forbes", se le han agotado todas las opciones legales en España. El Tribunal Supremo acaba de desestimar los recursos extraordinarios por infracción procesal y de casación que el demandanteinterpuso después de que instancias inferiores sentenciaran que no compartía ADN con las empresarias, tras someterse a las correspondientes pruebas en el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses.

García García ha sido condenado a abonar las costas del proceso que comenzó hace años a pesar de que no contaba con ninguna prueba indiciaria que pudiera llevar a pensar que era hermano por parte de madre de Esther y Alicia Koplowitz. De hecho, él mismo rechazó en un primer momento a someterse a la prueba biológica que podría determinar su parentesco con las aristócratas, pero terminó aceptando tras interponer un recurso de apelación ante la sección 22ª de la Audiencia Provincial de Madrid.

Según su versión, descubrió que era hermano de las empresarias tras encontrar detalles de su historia familia que no encajaban. Más tarde descubrió que había sido entregado a una casa de acogida cuando nació, y finalmente dio con la identidad de la que él creía su madre biológica: Esther Romero de Juseu y Armenteros.

Llega así el final de una batalla judicial de tres años que ha tenido en vilo a las conocidas hermanas, aunque su equipo legal baraja emprender nuevas acciones para asegurarse de que esta situación no se repite en el futuro.

Ahora, los asesores jurídicos de Esther y Alicia Koplowitz procederán ahora a ejecutar las referidas condenas sobre las costas, según han informado fuentes cercanas a las hermanas, que añaden que estudiarán cualquier medida adicional "para que no vuelva a suceder que se interpongan frente a ellas demandas tan dolorosas como absolutamente infundadas, ni que se prolonguen los consiguientes procesos, pese a la ausencia del más mínimo indicio probatorio".