El difunto Mohamed Al Fayed ha sido acusado de violación a cinco exempleadas de los grandes almacenes de lujo londinenses, Harrods. La BBC ha escuchado el testimonio de hasta 20 extrabajadoras del centro, quienes aseguran que el magnate las agredió sexualmente y, en algunos de los casos, llegó a violarlas.

Al Fayed, quien falleció el pasado año a los 94, englobaba una "red de corrupción y abuso en esta empresa", según ha declarado Bruce Durmmond, abogado especialista que representa a varias de las víctimas del empresario.

Según recoge el medio anteriormente citado, el documental y podcast Al-Fayed: Depredador en Harrods reunió una serie de evidencias de que la empresa Harrods no solo no intervino en las actividades ilegales del multimillonario, sino que ayudó al acusado a encubrir sus acusaciones de abuso.

Los actuales propietarios de los almacenes se han mostrado completamente ''consternados'' y se han disculpado en nombre de la exclusiva tienda. Según se ha podido saber, los hechos no ocurrieron solo en Londres, sino que el padre de Dodi Al Fayed, quien fuera pareja de Diana de Gales, también abusó de las mujeres en otros lugares como Saint Tropez, París o Abu Dabi.

Algunas de las mujeres denunciantes aseguran que eran adolescentes cuando sufrieron los abusos y que el acusado nunca tuvo dudas sobre lo que estaba haciendo: ''Le dejé en claro que no quería que eso sucediera. No di mi consentimiento. Solo quería que terminara''.

''Mohamed Al Fayed era un monstruo, un depredador sexual sin ningún tipo de brújula moral (...) Todos estábamos muy asustados. Él fomentaba activamente el miedo. Si decía 'salta', los empleados preguntaban '¿a qué altura?''', ha revelado otra de las víctimas.

Sophia, exempleada personal del magnate, entre 1988 y 1991, le califica de "vil" y asegura que intentó violarla en más de una ocasión. ''Recuerdo sentir su cuerpo sobre mí, su peso. Solo escucharlo hacer esos ruidos. Y… simplemente ir a otro lugar en mi cabeza (...) Él me violó'', ha declarado.

Según algunos de los extrabajadores de la empresa, Al-Fayed visitaba los pisos de venta de la tienda departamental y seleccionaba a las jóvenes que le parecían más atractivas, a quienes mandaba a trabajar en las oficinas del piso superior para tener un mayor contacto con ellas. Algunos empleados reconocen ahora que "era un secreto a voces".