Ivanka Trump, la "princesa" destronada

Los cuatro años en los que la familia Trump se ha ausentado de la Casa Blanca han servido para recolocar a cada uno de sus miembros. Mientras el presidente electo de Estados Unidos preparaba su vuelta, su mujer Melania ha ido trazando su propio camino ofreciendo una imagen de sí misma hasta ahora desconocida. También su hijo Barron, el menor del político y el único nacido de su matrimonio con Melania, ha dado un cambio espectacular. Ha cumplido 18 años, supera los dos metros de estatura y estudia en la Universidad de Nueva York. Su presencia tras la victoria de su padre permite pensar que tendrá un papel más activo en la Casa Blanca.

La foto es distinta a la de 2016, cuando su hija Ivanka Trump acaparaba todas las miradas como futura dama de facto. Su perfil durante la reñida campaña presidencial de Donald contra Kamala ha sido bajo, un detalle que no ha pasado desapercibido teniendo en cuenta su carácter decidido y las ambiciosas aspiraciones en su pasado. Tanto Ivanka como su esposo, Jared Kushner, ocuparon altos cargos en la Casa Blanca en su mandato anterior. Después de asistir a la Convención Nacional del Partido Republicano, donde su padre fue nombrado candidato, han sido muy pocas las ocasiones en las que le ha acompañado, a pesar de que siempre se ha sido considerada como una especie de alter ego humanizador y pacifista del presidente electo.

El matrimonio reside ahora en Miami, en la exclusiva urbanización Indian Creek, y desde allí dirigen sus negocios en el extranjero. Además de atender su propia carrera profesional, Ivanka prioriza el cuidado de sus tres hijos, Arabella Rose (2011), Joseph Frederick (2013) y Theodore James (2016). Sus rutinas son en actualidad muy diferentes y mucho más relajadas a las de su etapa en Washington. Ella misma ha contado sus nuevos hábitos: "Como muchas mujeres solía centrarme principalmente en cardio, yoga y pilates. Desde que me mudé a Miami, he cambiado mi enfoque al entrenamiento de halterofilia y resistencia". También practica esquí acuático, jiu-jitsu, surf y moto cross.

Y para no descuidar el espíritu, se ha sumado al fenómeno de Marco Aurelio, un autor que han resucitado las redes sociales como nuevo gurú para el siglo XXI. "Siempre amaré y apoyaré a mi padre, pero lo haré fuera del ámbito político", aclaró a la prensa hace un tiempo. Si es leal a sus palabras, no parece, por tanto, que tenga intención de competir con Melania Trump por el trono de primera dama ni por ganarse un puesto de confianza en el archipoderoso Despacho Oval.