Desamor

Las duras confesiones de Sophie Trudeau un año después de su rutpura con el primer ministro canadiense

Después de su divorcio con Justin Trudeau, la presentadora desconfía de la fe ciega en el amor y aconseja no aferrarse ni a la vida ni a las relaciones

El primer ministro Justin Trudeau y Sophie Gregoire Trudeau en una foto de archivo
El primer ministro Justin Trudeau y Sophie Gregoire Trudeau en una foto de archivoRyan RemiorzAgencia AP

La ruptura de su matrimonio con el primer ministro canadiense, Justine Trudeau, en 2023, le supuso a la presentadora de televisión Sophie Grégorie un amargo trago. En una entrevista publicada en "The Telegraph", la exprimera dama ha reflexionado sobre su nueva idea del amor y cómo después del divorcioha aprendido "a cortar lazos" y a "no aferrarse a las relaciones".

El duelo de la separación durante este año no ha sido fácil, según ha explicado, y ha tenido que recurrir a terapia para cuidar su salud mental: "He entrenado mi cerebro para lidiar con la incertidumbre", dice. "Aprendí a cortar lazos y a no aferrarme demasiado a la vida, a los demás, a las relaciones". Hasta llegar a este punto de equilibrio, Trudeau, de 49 años, ha practicado técnicas de autocontrol, yoga y meditación, disciplinas que ella imparte como profesora.

Sophie y Justin se conocieron de niños y ya en el colegio iniciaron un inocente amor infantil. En 2002 volvieron a cruzar sus caminos en un evento benéfico que derivó en un matrimonio de 18 años. Son padres de tres hijos: Xavier James, de 17 años, Ella-Grace, de 15, y Hadrien, de 10. El divorcio no estaba en sus planes y le está resultando complicado encajarlo en su trayectoria vital. Según explicó en el podcast vinculado a su libro "Closer Together", lo considera un fracaso que viene por "inmadurez emocional" y deja a los hijos un "legado emocional traumático".

Justin Trudeau besa a su esposa Sophie
Justin Trudeau besa a su esposa SophieInstagramInstragram

Los rumores sobre la situación matrimonial llevaban circulando desde hacía años. De hecho, el mismo primer ministro reconoció en el pasado que habían necesitado terapia de pareja para enfrentar sus dificultades. En su autobiografía "Common Ground", publicada en el 2014, hablaba así de su relación: "Nuestro matrimonio no es perfecto y hemos tenido altibajos difíciles, pero Sophie sigue siendo mi mejor amiga, mi pareja, mi amor. Somos honestos el uno con el otro, incluso cuando duele".

Después del divorcio, Sophie reconoce que la buena comunicación que mantiene con el líder canadiense, basada siempre en el respeto mutuo, es clave. Es un punto que dejaron claro en el comunicado de separación que emitieron de forma conjunta: "Después de muchas conversaciones significativas y difíciles, queremos compartir que hemos tomado la decisión de separarnos. Seguimos siendo una familia unida con profundo amor y respeto el uno por el otro y por todo lo que hemos construido y seguiremos construyendo".

Trudeau organiza sesiones on line a través de su web donde transmite reflexiones personales sobre la salud mental y entrevistas con personalidades. Cada sesión cuesta 259 dólares e incluye consejos para curar traumas y mantener relaciones saludables.

Asegura que nunca se sintió realmente como una primera dama. "Siempre he sido Sophie y nunca creí que fuera una primera dama. He vivido mi vida como yo misma y me he adaptado a diferentes situaciones", afirma.