Afganistán
A dieta y con Galdós
Será una Navidad tradicional, en familia y en su tierra. El presidente del Gobierno vuelve a su querida Galicia, a Sanxenxo, para pasar la Nochebuena con su mujer, Elvira, sus dos hijos y su anciano padre. Sin olvidar a los hermanos de ambos y a la madre de Viri, que aún vive en el piso de Pontevedra que construyó su padre, Manuel, ya fallecido. Unos días tranquilos en los que la esposa de Rajoy ayuda a los niños a montar el Belén en el domicilio familiar. Ella ha sido también la encargada de los tradicionales Nacimientos que estos días se ven por las dependencias de La Moncloa.
En la mañana del 24, Rajoy viajará a la Escuela Naval de Marín, junto con el ministro de Defensa, Pedro Morenés, el JEMAD, almirante Fernando García Sánchez, y el jefe de la Armada, almirante Jaime Delgado y Díaz del Río. Desde la hermosa cuna de la Marina española, el presidente del Gobierno se dirigirá por videoconferencia a nuestras tropas en el exterior. En esta ocasión, a los contingentes destacados en Afganistán, Líbano, Yibuti, donde se ubica la «operación Atalanta, y Mali. Es algo que ya hizo el pasado año y que forma parte del deseo del presidente de felicitar la Navidad a los militares alejados de la patria.
El resto de días, según indican desde Moncloa, los pasará dentro de la más absoluta normalidad y en familia, hasta el viernes 26, en que Rajoy presidirá un Consejo de Ministros. La estancia navideña en Sanxenxo es la de siempre, si bien la seguridad obliga a ciertos operativos. Pero Rajoy quiere descansar unos días y ver a los amigos de toda la vida. Los conserva, a pesar del cargo, y es algo que lleva a gala. Aún recuerda cómo en su juventud acudía con ellos de tapeo al bar Rías Baixas o al Pacolín. La única novedad radica en que Mariano Rajoy ya no fumará sus habituales puros habanos. Lleva desde mayo sin hacerlo con gran fuerza de voluntad y pastillas de mentol. «He recuperado el olfato», comentaba durante la reciente copa navideña en Moncloa. En la casa de Sanxenxo no faltará el Belén, adornado por Viri y los niños. Como hemos dicho, en cuestión culinaria, habrá algo de marisco, como esos percebes que Rajoy cogía de niño. Quienes han compartido con él otras Navidades dicen que siempre le han gustado las nécoras y todo tipo de pescados. En esto, Galicia se lleva la palma. De todos modos, no habrá excesos, porque el presidente lleva una dieta sencilla, sin dulces ni muchas calorías.
Tiempo para cuidar cuerpo y mente
Lo que a buen seguro hará es caminar, dar largos paseos, su gran pasión. Parece que se lo dijo a Obama cuando coincidieron en el gimnasio de Johannesburgo: el ejercicio limpia la mente y el cuerpo. Algo necesario en la actividad política. También tendrá tiempo para leer y ahora ha vuelto a Galdós, de quien es fervoroso. Por episodios nacionales, que no quede.