Recuerdo
Tamara Falcó interrumpe su eterna luna de miel para lanzar una carta a su abuela al cielo
La marquesa de Griñón ha recordado a la madre de Isabel Preysler cuando se cumplen dos años sin ella. Sus palabras han emocionado a todos
Tamara Falcó parece que lleva media vida de luna de miel, pero es que desde el 8 de julio que se casó con Íñigo Onieva en El Rincón, no ha parado quieta ni un segundo. Si ha aterrizado en Madrid ha sido para atender compromisos profesionales, saludar a su familia y arropar a sus seres queridos tras la pérdida de Marta Chávarri, pero pronto volvió a hacer las maletas para continuar con su viaje de novios. Han recorrido la geografía africana para descubrir sus encantos, aunque ahora se encuentra maravillándose con Tahití, isla situada en la Polinesia Francesa y desde donde ha querido tener un bonito gesto con su familia.
Especialmente con alguien que ha sido un pilar de su existencia, aunque tuvo que despedirse dolorosamente de ella. Se trata de su abuela Beba, la madre de Isabel Preysler, que perdió la vida hace ahora dos años atrás, pero que sigue muy presente en la memoria de la marquesa de Griñón. Pese a encontrarse en la otra punta del mundo disfrutando de los primeros meses junto a su marido, lo cierto es que este 22 de agosto siempre será recordado con especial dolor, pues fue el día en el que tuvo que decirle adiós para siempre. Ahora, ha querido compartir un pedacito de estos sentimientos con sus seguidores, a través de una carta abierta publicada en su cuenta personal de Instagram.
“Hoy es el aniversario de cuando Dios llamó a Beba (mi abuela) para reunirse con É. Hay personas que tienen auténticas alas sobre la tierra y Beba fue una de ellas. No tengo ninguna duda, sé que Dios se la llevó directo al cielo y desde allí ella nos protege”, comienza a redactar Tamara Falcó con profunda convicción de la bondad de su abuela y de que esto le ha reservado un hueco privilegiado en los cielos. Después, pasó a hablar directamente con ella, para decirle lo mucho que la extraña la familia y lo importante que ha sido su figura para todos.
“Beba, te echamos de menos, gracias por haber sido un auténtico ejemplo de lo que es ser una buena persona sobre la faz de la tierra y por haber rezado tanto por nosotros. Sin tus rezos y tu apoyo quizá nunca habría conocido la misericordia de Dios. Te queremos”, agradece la esposa de Íñigo Onieva las lecciones que ha aprendido al lado de la madre de Isabel Preysler, especialmente aquella que le hizo conocer la gloria de Dios. Una carta abierta a sus seguidores, pero con un destinatario celestial, que venía acompañada de una tierna foto de ambas en blanco y negro, quizá una de sus favoritas de los últimos años.
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