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Muchos aspavientos

Tamara Falcó e Íñigo Onieva discuten en mitad de un restaurante

No solo llamó la atención la tensión con la que se hablaba el matrimonio, sino también la forma en la que terminó la conversación

Tamara Falcó e Íñigo Onieva Gtres

Nadie dijo que fuera fácil, pero Tamara Falcó consiguió llegar al altar y pronunciar el ‘sí quiero’ que le unía en matrimonio a Íñigo Onieva. Sin embargo, este no era el final, ni mucho menos, pues ahora llega el momento de la convivencia y, con ello, las pequeñas rencillas conyugales. Y es que en todo matrimonio que se precie, si hay amor, acaban por surgir reproches. Eso sí, lo extraño es que este cruce avivado de opiniones no se produce en el nuevo ático de lujo que comparten en Madrid, sino en un restaurante a ojos de desconocidos. Un tenso enfrentamiento que pudo incomodar a los presentes, entre contantes gestos de enfado.

Tamara Falcó e Iñigo OnievaInstagram

A nadie le va a extrañar que existan momentos de tensión dentro de un matrimonio. De hecho, es algo tan normal que la propia marquesa de Griñón ya ha hablado sobre esto abiertamente en una de sus colaboraciones en ‘El Hormiguero’. Aunque en sus redes sociales tan solo aparecen imágenes que vienen a confirmar su buen momento personal y lo enamorados que están, lo cierto es que en todas las casas se cuecen habas. Y en la que no, se llevan la tarea a los restaurantes más exclusivos de Madrid, como ha sido el caso de la hija de Isabel Preysler y su marido.

Al parecer, tal y como ha detallado Pedro Jota en el podcast ‘En todas las salsas’, el matrimonio estaba compartiendo una agradable velada junto a un grupo de amigos. Los aspavientos que realizaban dejaba entrever que estaban manteniendo una conversación complicada: “Me cuentan que supuestamente Tamara Falcó e Íñigo Onieva tuvieron una discusión en un restaurante del centro de Madrid, en la calle Jorge Juan, hace unos días”, comenzaba a narrar el periodista. “No fue una discusión a gritos, porque ellos no discuten así. Pero estaban teniendo una discusión y salieron cada uno por un lado del restaurante. Él fue el primero en salir en un taxi y ella se quedó y luego salió del restaurante acompañada de dos amigas”.

Carolina Molas con dos de sus hijos, Íñigo y Alejandra OnievaGtres

Aunque no llegaron a montar ninguna escena pública, sí que llamaron la atención por su tensa actitud. Además, la manera en la que pusieron fin a la conversación dejó extrañados a los presentes, tal y como ha añadido el periodista: “A la gente le llamó la atención los aspavientos que hacían”, señala. Parece que no ha ido a mayores y que tan solo ha sido un leve rifirrafe. Tamara Falcó nunca ha negado que en su matrimonio con Íñigo Onieva hay momentos complicados en los que no llegan a un acuerdo. Ella misma se ve que “en mi cabeza yo soy la jueza y decido qué está bien y qué está mal. Dicto sentencia”, le aseguraba a Pablo Motos, a la vez que prometía que “siempre o bastantes veces, tengo razón. Me atrevería a decir que un 98% de las veces”. ¿Opinará igual su marido sobre este porcentaje de precisión?