Estética
La sonrisa de Íñigo Onieva, «El Hermoso»
Ha decidido no tratarse para su boda con Tamara Falcó su leve sonrisa gingival.
Íñigo Onieva es guapo, muy guapo y él lo sabe perfectamente. Además de su apariencia, tiene una personalidad arrolladora y aún gana mucho más en distancias cortas ya que en conjunto es muy atractivo. Amigas que se lo han cruzado corriendo por el parque de El Retiro, me comentan que hasta impresiona del fachón que tiene y máxime cuando va con el torso desnudo.
Me aseguran que es buen amigo, buen hijo y mejor amante. Y ¿qué pegas le voy a poner yo a un chico con la edad en la boca? (tan solo tiene 32 años). Cuida mucho su cuerpo porque dice que le gusta mucho comer y así compensa los excesos. Es muy disciplinado y aparte de madrugar para correr todos los días, realiza todo tipo de deportes y es fan de RETO48, una empresa de wellness de la que también es acólito Bertín Osborne, con un abordaje integral del fitness. Combina entrenamiento personal y funcional de alta quema calórica con coaching nutricional y tecnología estética corporal para transformar los hábitos de salud a través del esfuerzo, la constancia, el compromiso y el trabajo, para una mejora del estado físico a corto y a largo plazo.
Su aspecto físico resalta por su cabello oscuro y brillante, sus ojos expresivos, su cuerpazo y su ¿sonrisa encantadora? ¡No! Y es una pena. En la última portada de la revista «¡Hola!» sale con la boca cerrada y no entiendo por qué no se la ha arreglado antes de la boda. Una buena sonrisa es fundamental y de lo más atractivo que existe. Si observamos la sonrisa de Íñigo, presenta apiñamiento porque los dientes no están del todo bien colocados y una sobremordida, que es cuando los dientes superiores están más adelantados que los inferiores. A esto se suma lo más evidente, el exceso de encía también conocido como sonrisa gingival.
¿Qué tratamientos debería llevar Íñigo Onieva para que las facciones de su rostro sean aún más armónicas? El tratamiento menos invasivo y a más a largo plazo es para la doctora Eugenia Cervantes la ortodoncia. Es con el que el novio de Tamara podría sacarle más partido a su sonrisa usando sus propios dientes. El último paso, según la especialista, sería realizar una intervención directa a las encías que se conoce como gingivectomía. «Con estos tratamientos podemos reducir la sonrisa gingival leve que tiene Íñigo y conseguir que las facciones de su rostro sean aún más armónicas, potenciando aún más el atractivo que tiene, sostiene la doctora. Tamara: no hay tiempo ya. No puedes aplazar más la boda, pero siempre queda la luna de miel y traerle con sonrisa Colgate de nuevo a las fauces de la prensa. Y ya puestos, le dejaba el pelo algo más largo y le aclararía un par de tonos no con mechas, sino con algún spray de camomila que se activa con el calor.
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