Sara Carbonero pasa por uno de los momentos más duros de su vida. Tal y como ella misma acaba de compartir en sus redes sociales, ha perdido a una de las personas más importantes que conformaban su círculo de confianza, una buena amiga que ha fallecido y cuya marcha ha llenado de dolor a la reconocida periodista.

“Nunca, nunca te vamos a olvidar. Va a ser muy difícil vivir sin ti. ¡Qué puto dolor! Qué injusto…”, comienza lamentando Carbonero sobre la muerte de su amiga, a la que dedica una de sus frases favoritas, de Jack Kerouac: “La única gente que me interesa está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo. La gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, que arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas y entonces se ve estallar una luz azul y todo el mundo suelta un ¡¡Ahh!!”.

La influencer asegura que siempre tendrá en su corazón a “la mujer más valiente y más buena, la que desafió todos los pronósticos, la amante de la vida”, a la que da las “gracias por cuidarnos”.

Sara Carbonero se despide de su amiga recalcándole lo mucho que “te querremos y recordaremos cada día, en la plaza de Corral, en la mirada de tu virgen de la Muela”. Imagina que ahora se encuentra “en las estrellas que desde hoy, brillan con más fuerza que nunca mientras suena ‘No Surrender’”, posiblemente, una de sus canciones favoritas.

Este bache, además, ha pillado a Sara Carbonero de viaje humanitario en Panamá, en calidad de embajadora de UNICEF España. Se encuentra en la región del Darién “para explicar un poco la situación (camino migratorio más peligroso del mundo) donde miles de familias cruzan la selva en situaciones lamentables en busca de un futuro y mejores oportunidades”.

Carbonero entrevistará a algunas de esas familias para entender mejor su situación, y hasta se pondrá en la piel de los migrantes cruzando en piragua los caudalosos ríos del Darién “para mostraros con todo detalle esta dura realidad” que según los últimos estudios afecta a unos 36.000 niños, de los cuales la mitad tienen menos de 5 años.

La periodista también ha tenido la oportunidad de visitar una escuela típica local, una construcción pequeña y básica en la que “8 de cada 10 niños no entienden las clases por la calidad de la educación”.

Se entiende que Carbonero mantendrá su agenda planeada y tendrá que despedirse de su amiga desde la distancia, pero qué mejor forma que hacerlo que honrarla con un proyecto solidario.