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Revista Shangay

Miguel Bosé: "La gente sabía lo que yo era sin necesidad de contarlo"

El artista ha concedido una entrevista a la revista Shangay, que cumple 30 años, en la que habla de paternidad y sexo: "Que cada uno mastique su chicle".

Entrevista Miguel Bosé Alberto R. RoldánLa Razón

La revista Shangay celebra su 30 aniversario y con este motivo ha elegido a un icono, un "revolucionario estético", Miguel Bosé, para que forme parte de su bandera LGTBI anual. El cantante ha conceido su entrevista más sincera, en la que afirma que «por el momento estoy muy bien donde estoy, mis hijos se han adaptado a México y son los que mandan en mi vida. Es un país maravilloso, ahí están estudiando, tienen sus amigos, su vida. Cuando lleguen al final de sus estudios, ya veremos».

Sobre sus comienzos como "hijo de", Bosé afirma que no fue fácil. "A los 19 años yo me presento en un programa de televisión cantando. Nadie sabía ese día si tenía dones o no, qué iba a ser o lo que iba a hacer con mi vida. Solo que era “hijo de”. Y de repente, a partir de ese momento empieza una carrera que no tiene nada que ver ni con la de mi padre ni con la de mi madre. A partir de ese momento se construye una figura, una carrera, un contenido, que a lo largo de los años… pues aporta mucho, en música y en otros muchos aspectos. Por lo cual, dejo de ser el hijo de mis padres, para ellos pasar a ser los padres de…", explica.

Miguel Bosé y sus hijosInstagram

Es un referente del colectivo LGTBI y a ese respecto el artista afirma que "es la única manera de que sucedan las cosas, y de que estas trasciendan, es que sean naturales y coherentes. Mucha gente especulaba, pensaba, o ‘quería que’ fuese del colectivo, que hablase, que me expresase, que me declarase… Y, primero, yo no estaba a gusto, digamos, en un primer momento. Y luego tampoco pensé que fuese necesario, simplemente con una actitud… Esa actitud tenía un inmenso perfume. La gente olía, la gente sabía lo que yo era sin tener necesidad de contarlo. Pero ese misterio añadido fue lo que más potenció ese icono, y lo que más ayudó a la comunidad, porque el grado de vulgaridad que puede llegar a alcanzarse cuando la gente declara lo que es… En aquella época al principio todo era tremendo, y yo me decía “no hace falta”.

Miguel BoséAFP©Farabola/Leemage

"Lo hice porque vi la postura que tenía la sociedad ante la enfermedad, que en aquella época era mucho peor, porque no era un síntoma, no era un diagnóstico: se convirtió en una acusación. Se señalaba a la gente que tenía sida, porque, de paso, se le podía llamar libertino, maricón, drogadicto… En fin. La sociedad, los medios de comunicación y los Gobiernos hicieron mucho daño en ese sentido, porque no lo explicaron en el momento como una enfermedad que tocaba a cualquiera. No era una enfermedad exclusiva de un colectivo", confiesa sobre su compromiso con el sida. "Había que dar la cara", destaca.