Mal de altura
El mal de Laura Matamoros en Perú: termina conectada a una bombona de oxígeno
La influencer sabía a lo que se exponía, pero se creyó más fuerte y no atendió a las recomendaciones y ha pagado cara la osadía
Laura Matamoros no para y después de emprender la aventura en Honduras y participar de nuevo en ‘Supervivientes’ ha tenido un verano de lo más intenso. Aún no ha terminado para ella, pues hace unos días ha instalado los placeres de la vida en Perú, disfrutando de sus espectaculares paisajes y dejándose seducir por sus encantos. Eso sí, no todo ha sido placentero, como así también ha adelantado a través de sus redes sociales, pues en medio del camino ha tenido que precisar ayuda con urgencia, ante la falta de oxígeno en su organismo. Lo ha pasado realmente mal siendo víctima del conocido como “mal de montaña” o “mal de altura”, que suele aparecer en ciertas personas por encima de los 2.500 metros de altitud. La influencer se encuentra en tan poco selecto club.
Como ha podido descubrir la hija de Kiko Matamoros, a medida que va ascendiendo por la montaña el oxígeno presente en el aire es menor, al igual que la presión atmosférica. No ha tardado en experimentar las primeras secuelas: “Me cuesta pensar, se nota lo de la altitud", comenzaba a detallarle a sus seguidores, añadiendo después que “la sensación y el mareo es fuerte”. Lo suficiente para tener que acabar pidiendo ayuda ante la angustiosa sensación de fatiga que se apoderó de ella, entre fuertes dolores de cabeza, mareos y nauseas. La idea de que sus pulmones no son capaces de rescatar el oxígeno del aire añade presión a la situación, que en ocasiones llega a provocar ataques de pánico y episodios de paranoias y disminución de la conciencia. En definitiva, nada agradable.
En su compromiso como influencer, Laura Matamoros ha entendido la necesidad de mostrar tanto lo bueno como lo malo. Lo hace en todos los aspectos de su vida, como la maternidad, mostrando las mieles de ser madre, así como aquellos instantes menos positivos en las que asaltan las dudas. En los viajes sucede lo mismo, podría conformarse con subir sus mejores instantáneas con los emplazamientos y monumentos más turísticos. Lucir palmito con sus mejores poses, obviando si no ha pegado ojo, si tiene preocupaciones rondando por su mente o, como ahora en Perú, si ha sufrido “mal de altura” y ha necesitado un aporte de oxígeno a través de una bombona.
Por fortuna, Laura Matamoros no está sola en su escapada a Perú, pues cuenta durante su viaje con la mejor de las enfermeras posibles. Se trata de Ofelia, una nueva buena amiga salida de los fogones de ‘MasterChef’ para triunfar con ella en las redes sociales como influencer. Aprovechando que Laura estaba mal, no solo la cuidó, masajeándole incluso la cabeza para reducir el malestar, sino también dando consejos a sus seguidores en caso de encontrarse en idéntica situación. Lo hace compartiendo tres claves para hacer frente al “mal de montaña”, después de que ella haya logrado no sucumbir a sus efectos: “Lo primero, en cuanto llegues al hotel de Perú, pide el oxígeno, te va a ayudar muchísimo tenerlo. Número dos, toma sorochepil, son pastillas que te tomas el día antes, el día del viaje y durante el viaje. Las encuentras en farmacia. Y tres: masticar hojas de coca”. Y alerta además de que, como le ha sucedido a su amiga, este “mal de altura no avisa, te pega de golpe, te pone pálido y no puedes ni comer, ni caminar, te estropea todo el viaje”.
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