Viaje

Íñigo Onieva echa la persiana a su restaurante para cumplir uno de sus sueños

El marido de Tamara Falcó se encuentra en París empapándose del ambiente olímpico y deportivo

Íñigo Onieva, con el apoyo de Tamara Falcó, inaugura su nuevo restaurante con invitados sorprendentes
Íñigo OnievaEuropa Press

Ya han pasado cerca de tres meses desde que Íñigo Onieva y sus socios -algunos tan conocidos como El Turronero o Iván Espinosa de los Monteros- celebraron la inauguración de su restaurante, Casa Salesas, ubicado en el barrio madrileño que le da nombre. A pesar de las críticas iniciales, que señalaban un deficiente sistema de extracción de humos y la supuesta acumulación de basura en la calle del local, el proyecto ha cosechado cierto éxito y va camino de convertirse en un punto de referencia de la jet de la capital.

Pero llegado el verano, Madrid reduce su población considerablemente y son muchos los negocios que deciden cerrar hasta la llegada de septiembre y, de paso, disfrutar de unas vacaciones. Casa Salesas no ha sido una excepción y el restaurante se encuentra con la persiana echada hasta que el estío llegue a su fin. Onieva ha aprovechado este merecido descanso para hacer las maletas y cumplir uno de sus sueños, vivir de cerca unos Juegos Olímpicos.

El empresario se ha marchado unos días a París -se desconoce si Tamara Falcó le ha acompañado- y nada más llegar ha sacado a relucir su faceta más deportiva. Onieva ha recorrido un total de 10 kilómetros en 50 minutos, una carrera por las inmediaciones del Sena y el recinto olímpico que mimetiza al marido de Falcó con el ambiente deportivo que se respira en la capital francesa desde el pasado 26 de julio.

El deporte alimenta el espíritu. CITIUS, ALTIUS, FORTIUS (en latín significa ‘más rápido, más alto, más fuerte’). El Ethos de los Juegos Olímpicos que refleja la aspiración de mejora continua y excelencia”, dice Onieva junto a una recopilación de imágenes de su periplo parisino.

Lo cierto es que no ha pasado ni un mes desde su última visita a la ciudad de la luz, aunque su último viaje no tuvo nada que ver con el deporte. En aquella ocasión sí le acompañó Tamara Falcó, y pareció más una escapada para celebrar su primer aniversario de boda. Se alojaron en un lujoso hotel, visitaron los lugares más emblemáticos de París y degustaron la alta gastronomía más deliciosa de la ciudad, todos planes románticos que relegaron el ejercicio físico a un segundo plano.

Como se ha comentado anteriormente, se desconoce si Falcó se ha unido a su marido en su aventura olímpica por Paris, pero de no ser así, teniendo en cuenta su pasión conjunta por los viajes, no tardarán en volver a dejarse caer por algún otro punto del planeta.